Hubo abucheos, reclamos y hasta lágrimas.

Tan pronto se anunció, luego de una acalorada discusión en el hemiciclo del Senado, la aprobación del proyecto de la Cámara 888 para reformar el Sistema de Retiro, las emociones de quienes observaban el proceso desde las gradas se exacerbaron.

“¡Son todos unos canallas, eso es lo que son!”, exclamó de inmediato un hombre tras anunciarse los números finales de la votación, que cerró con 14 votos a favor y 11 en contra.

Entonces la frustración y el descontento se apoderó de la galería del hemiciclo senatorial, y mientras unos coreaban la usual consigna de las batallas obreras: “lucha sí, entrega no”, hubo quienes le gritaron al presidente de ese cuerpo, Eduardo Bhatia, “vende patria”.  

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A ellos se sumaron las senadoras de la minoría novoprogresista Margarita Nolasco e Itzamar Peña, a quienes en medio del tumulto se les divisó exclamando la consigna de campaña de Bhatia: “habla, pueblo, habla”.

Según se iban vaciando los asientos en la galería, se desarrollaron forcejeos entre el personal de seguridad del Capitolio con algunos de los manifestantes. Algunos de ellos hasta comenzaron a llorar.

 Pero el momento de mayor tensión ocurrió cuando una mujer que le reclamaba a gritos al líder senatorial que la había dejado en la calle, pareció que se lanzaría desde de la valla. Algunos de sus acompañantes la aguantaron y la ayudaron a tranquilizarse.

A través de toda la sesión, Bhatia, quien fue recibido en el hemiciclo con abucheos y cánticos de “habla, pueblo, habla”, tuvo que intervenir en incontables ocasiones con los manifestantes para que hicieran silencio durante los trabajos.

“Les pido respeto mientras realizamos nuestro trabajo. Aquí no se ha sacado a nadie del hemiciclo, así que les pido, por favor, que hagan silencio”, reclamó, en clara referencia al pasado liderato del Senado, que en su momento llegó a prohibir la entrada de público a las gradas.

Bhatia lució tenso en varias ocasiones, a pesar de que intentó mantener un tono de voz relajado. “¡Bendito sea Dios!” se le escuchó susurrar tras lanzar un suspiro lejos del micrófono.

Los asistentes en su mayoría abucheaban a los senadores del Partido Popular Democrático (PPD) que durante sus turnos de debate, exponían las razones por las cuales favorecían el proyecto de la Cámara 888.

“El hoy no hacer nada es tocar a los empleados públicos”, sentenció el senador popular Martín Vargas, poco después de reconocer que en la crisis del sistema de Retiro, tanto el gobierno del PPD, como el Partido Nuevo Progresista (PNP) tenían igual responsabilidad.

Vargas indicó que entendía que su postura a favor de la medida podía costarle las próximas elecciones, a lo que el público desde las gradas respondió con un sonoro y firme “Sí”.

Su compañero de delegación, José Luis Dalmau, lo secundó al afirmar que “prefiero que haya congelación de beneficios, a que se queden sin pensión los retirados. No hacer nada perjudica el sistema de Retiro, y hoy hay que hacer”.

Mientras Dalmau justificaba su voto, alguien del público le gritó: “eso no es justo”, a lo que él respondió: “lo justo sería que nos pegáramos todos en la loto, ¿verdad?”.

Por su parte, la senadora penepé Margarita Nolasco, indicó en su turno que el proyecto de la reforma de Retiro alarga unos seis meses más la agonía de los empleados públicos y le solicitó a Bhatia que creara una comisión especial para evaluar otras posibles alternativas.

“Usted es un hombre sensato, señor presidente, devuelva ese proyecto a la comisión (de Hacienda y Finanzas Públicas) y cree una comisión especial para que estudie todas las alternativas”, expresó Nolasco, quien como los demás miembros de su delegación fue aplaudida.

A pesar de que le votó en contra al proyecto, el senador popular Antonio Fas Alzamora destacó que “Bhatia ha legislado con respeto hacia los servidores públicos”, y destacó que los asistentes pudieron manifestarse hoy en el hemiciclo gracias a su respeto al derecho de la libre expresión.

“La pasada administración aquí, legisló -y es ley actualmente a pesar de que el Senado le votó en contra ahora, y en la Cámara está en proceso de convertirse en ley- una legislación que declaraba delito la interrupción de los procesos legislativos. Si no fuera por la benevolencia de usted y la paciencia, quizás uno de los que no han tenido ni han aprovechado la oportunidad de estar en un proceso democrático pudieran ser arrestados y procesados”, expresó el expresidente del Senado.

La frustración y el descontento se apoderó de la galería del hemiciclo senatorial.