Mayagüez. La jueza Rosalinda Ruiz Ruperto del Tribunal de Primera Instancia de Mayagüez encontró causa para arresto contra los imputados por el asesinato de Gary Paul Hatswell, el irlandés de 65 años que fue hallado muerto y amordazado en su casa la madrugada del jueves, 14 de agosto en Lajas.

Los imputados fueron identificados como Miguel Santiago Ruiz de 27 años, a quien se le impuso una fianza de $3 millones;  Wandy Velazquez Colón de 28 años, con fianza $1.5 millones; Ángel Santos Miranda Maldonado de 20 años, con una fianza $6 millones y Orvin Irizarry Santana, de 19 años, con una fianza de de $1 millón.

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Todos residentes del barrio La Haya en el sector La Cuchilla en Lajas, resultaron ser vecinos de Hatswell, quien residió en ese sector por los últimos diez años, según confirmó el teniente Joel González, jefe de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Mayagüez.

El caso fue investigado por el agente Tomás Cruz, bajo la supervisión del teniente Gonzalez y la Capitana Janice Rodríguez del CIC de Mayagüez, quienes dieron con el arresto de cuatro sospechosos el martes en la noche, luego de confidencias y entrevistas a testigos.

Los arrestados fueron tres hombres y una mujer, de entre las edades de 20 a 30 años, entre los que figura un matrimonio. Se dijo que dos infantes, hijos de la pareja, están bajo la custodia del Departamento de Familia.

Uno de ellos, mantenía una orden de arresto previa, por sustancias controladas, por lo que fue ingresado a la cárcel Las Cucharas en Ponce.

Anoche la fiscal Wandy Camacho continuaba interrogando a los detenidos, para corroborar las versiones que declararon, cuando confesaron haber cometido los hechos contra Hatswell.

"Ellos indican que él estaba dormido. Que tuvieron toda oportunidad de marcharse de la residencia y dejarlo, pero como el plan era amarrarlo, lo hicieron (despertándolo) y posteriormente lo golpearon en el rostro y lo estrangularon", detalló jefe de Homicidios en Mayagüez.

El hombre fue encontrado el jueves por vecinos de enfrente de su casa, quienes se acercaron para ofrecerle ayuda porque conocían que su carro no podía moverlo, tras haber chocado en día anterior.

Cuando llamaron, se percataron que la puerta estaba abierta y en la sala Hatswell yacía sobre un mueble en posición fetal, amordazado y con contusiones en el rostro.

Los asaltantes se habían llevado $75 de su cartera, los que se repartieron entre tres y un televisor de plasma.