Christopher Sánchez Asencio y José Luis Bosch Mulero, acusados por los asesinatos de cuatro miembros de una familia en Guaynabo, enfrentarán juicio por separado.

Así lo determinó esta tarde el juez Julio de la Rosa Rivé del Tribunal de Bayamón.

El togado concedió la petición pese a que los abogados Mayra López Mulero, Oscar Martínez Borrás, quienes representan a Bosch Mulero, así como Orlando Cameron Gordon, quien representa a Sánchez Ascencio, pidieron al juez que aplazara la decisión, en lo que agotaban otros recursos que pudieran convertir en académica la separación de las causas.

Durante la vista argumentativa, la licenciada López Mulero dejó entrever que ponderaba la posibilidad de impugnar la confesión de su representado mediante una moción de supresión de confesión.

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Al anunciar su determinación, el togado citó jurisprudencia del Tribunal Supremo y las Reglas 91 y 92 de Procedimiento Criminal.

La Regla 91 establece que "a solicitud de un coacusado el tribunal ordenará la celebración de un juicio por separado cuando se acusare a varias personas y una de ellas hubiere hecho declaraciones, admisiones o confesiones pertinentes al caso que afectaren adversamente a dicho coacusado, a menos que el fiscal anunciare que no ofrecerá tales declaraciones, admisiones o confesiones como prueba y que tampoco hará, en forma alguna, referencia a las mismas durante el juicio".

En este caso, el Ministerio Público, compuesto por las fiscales Janet Parra Mercado, Miguel Alameda Ramírez y María del Mar Ortiz Rivera, anunció que usará las confesiones que ofrecieron ambos coacusados y que en esas declaraciones Bosch Mulero y Sánchez Asencio se implican el crimen mutuamente.

A nivel de vista preliminar, el Ministerio Público afirmó que se oponía a la separación de las causas, pero en el día de hoy no argumentó a favor de esa posición. Dejó la decisión a la discreción del juez de la Rosa Rivé.

La fiscal Parra Mercado, sin embargo, apuntó que en su momento realizaría planteamientos sobre el manejo del caso, sin entrar en detalles.

El juez también declaró no ha lugar una petición de desestimación de cargos presentada por la defensa, mientras que los abogados defensores se allanaron a la petición para que el único sobreviviente de la masacre declare bajo el sistema de circuito cerrado como ocurrió en la vista preliminar.

Esta misma tarde, la jueza Vivian Durieux Rodríguez celebrará una vista sobre el estado de los procedimientos.

Cada acusado enfrenta cuatro cargos de asesinato por las muertes de Miguel Ortiz Díaz, su esposa Carmita Uceda Ciriaco, su hijo adolescente Michael Ortiz Uceda y su suegra Clementina Ciriaco López en sucesos ocurridos entre el 17 y 18 de noviembre pasado.

También enfrentan un cargo de tentativa de asesinato por intentar matar al menor de 13 años, único sobreviviente del horrendo crimen, y cargos de secuestro agravado, agresión grave, destrucción de prueba, robo agravado, conspiración y varias violaciones a la Ley de Armas.