¡Tin tin tin tin, Tinglar!

Niños, adultos y personas de la edad dorada. Todos se dieron cita hoy en el décimo Festival del Tinglar, que se llevó a cabo en el casco del pueblo de Luquillo, como parte de una tradición que cumple hoy una década.

Este festival se caracteriza, además de por su color y asistencia concurrida, por buscar educar y fomentar la protección del tinglar y sus anídales en las playas del área noreste. El evento, que se celebra por décima vez, se organiza para estas fechas donde los tinglares comienzan sus anídales.

El festival es organizado por la Coalición Pro Corredor Ecológico del Noreste (CEN), quien en unión a la comunidad, han estado luchando por evitar la construcción de empresas hoteleras en los últimos diez años en las áreas en donde el tinglar abunda para reproducirse. El tinglar está en peligro de extinción, por lo que su preservación es vital.

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A eso de las 11:00 a.m., y como parte de las actividades, el Departamento de Recursos Naturales junto con CEN firmaron una acuerdo en público para que se designara una colaboración en conjunto para asignar más protección a los tinglares y evitar su extinción.

El festival comenzó a eso de las 9:00 a.m., momento en el que muchos puertorriqueños y residentes del pueblo de Luquillo se dieron cita para disfrutar en familia.

La actividad dio comienzo con la parada, en medio de comparsas con una gran diversidad de colores y personas de todas las edades que la protagonizaban y representaban el tradicional Festival del Tinglar.

Hubo caravanas con niños disfrazados de tinglares, simulando que nadaban en el mar, seguido de otras que bien marcaban expresiones de felicidad en las personas, cada vez que se escuchaba decir por todo lo alto a los niños: ¡tin tin, tin tin, tinglar!

Juegos, gastronomía boricua, artesanías locales y piraguas destacaban el evento que adornó la plaza del pueblo.

“Yo soy natural de San Juan y vengo aquí todos los años desde que empezó, hacen diez años”, dijo Radamés Sánchez, quien se encontraba vendiendo las famosas y tradicionales piraguas puertorriqueñas.

Peter Meléndez, otro vendedor de quiosco, comentó que estuvo bien organizado y que vienen personas de todos los pueblos de la isla. Meléndez monta su kiosquito de pinchos todos los años desde que comenzó el festival.

Entre los artistas que animaron el evento estuvieron Millo Torres y el tercer planeta, Don Perignon y María Chuzema con sus títeres.