Luquillo.– Las tormentas en el sector La Pared de Luquillo se miran con otros ojos. El peligro que pone en alerta al Gobierno es, para los surfistas, un llamado a lanzarse al mar, a buscar las olas cuando están grandes, cuando el riesgo es mayor.

Bryan Ortiz, de 20 años, observaba a cerca de 20 surfistas metidos en el agua desde un banquito en el pequeño malecón de La Pared. Estaba decidiendo si meterse o no, porque ya eran las 3:00 p.m. y había estado en el agua al mediodía y por cerca de dos horas.

El comportamiento de los surfistas en Luquillo y posiblemente en otros lugares de la Isla es contrario a los llamados de cautela del Gobierno, pero los entrevistados por este medio dieron sus explicaciones. Para Ortiz, lo importante en condiciones de cercanía de tormenta es conocer la playa en la que uno se mete a practicar el deporte.

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“Yo he pasado sustos de casi ahogarme por la corriente, pero tú tienes que estar preparado”, dijo.

Ricardo Pérez, de 29 años y natural de Luquillo, dijo que lleva toda la vida en el deporte del surf y que él sabe dónde meterse y dónde no.

“Claro que sí”, respondió sobre sí estaba consciente que era peligroso meterse al mar en semejantes condiciones.

Mientras, Raúl Cepeda, de 20 años, hizo una pausa antes de meterse a las olas para atender a este medio.

“Es un peligro, pero eso es parte de la diversión”, dijo.

¿Y qué te dicen tus padres?, se le preguntó.

“Me dan un beso, un abrazo y me dicen que tenga cuidado. Antes me acompañaban y se quedaban ahí todo el tiempo mientras ‘surfeaba’”, respondió Cepeda sonriente.

Cámara en mano y con su hijo Glen de 10 años al lado, José Alvira, de 44 años, se aprestaba a tomarle fotos a su otro hijo Ilan, de 15, quien de lejos posaba para su padre antes de ir al agua. El hombre reconoce que se trata de un deporte arriesgado en un lugar peligroso.

“Esta (La Pared) es una de las playas más peligrosas, (pero) muchas de las personas que se ahogan es porque no saben”, reconoció.

 Aun así, no tiene reservas en que su hijo practique el surf en días como hoy, cuando un huracán se formaba al este de Puerto Rico.

“Yo me críe aquí (cerca de las playas de Luquillo), número uno. Número dos, le enseñé de las corrientes, la tabla como un salvavidas, revisamos el equipo antes de venir para acá, y en el peor de los casos, tiene un curso de salvavidas. En caso de que eso ocurra que no se desespere”, indicó Alvira.

Por su parte, el alcalde de Luquillo, Jerry Márquez, identificó media docena de calles y sectores que tenía bajo vigilancia ante la posibilidad de que caigan lluvias que causen inundaciones, como el área de los quioscos, la calle Roosevelt del pueblo, y varios puntos de la carretera 992.

Afirmó que se encuentran en vigilancia, pendiente a todos los boletines, con un refugio listo y que ha trabajado en los drenajes y la limpieza de cunetas y alcantarillas.

Su principal preocupación, dijo el alcalde, es que llegue un fuerte fenómeno de lluvia.

“La historia de nuestro País es que la lluvia causa los mayores estragos que cuando entra directamente un ciclón. Siempre recordamos el lamentable caso de la comunidad Mameyes en Ponce”, expresó, en alusión a la tragedia que causó más de un centenar de muertes en 1985.

Sobre la práctica del surf en La Pared ante la cercanía de una tormenta, como en otros lugares frecuentados por los aficionados a este deporte, Márquez dijo que voluntarios y empleados del municipio tratan de orientar a los surfistas, pero que no puede hacer más de eso.

“Las playas son libres, la potestad que tenemos es informar de los riesgos y peligros de esa playa de fuertes corrientes”, señaló.