Quebradillas. La tensión, ansiedad y la larga espera valieron la pena. Un tercer parcial de ensueño encaminó a los Piratas a su primer cetro en 34 años, y la algarabía se apoderó de la plaza Luis Muñoz Rivera en el centro del pueblo.

Y la fiesta será para largo.

Cerca de 5,000 personas presenciaron en pantalla gigante el sexto partido de la serie final en el cual los Piratas conquistaron su primer campeonato en desde 1979, lo que desato la gran pasión que siente el pueblo por su equipo.

“Esto es lo más grande. La algarabía es enorme y este pueblo se lo merece”, expreso Orlando Rivera, promotor a cargo del montaje de la transmisión del partido de anoche desde la plaza municipal.

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Rivera, al igual que las personas que estuvieron en la plaza sintieron nervios luego de la primera mitad, pero luego del tercer parcial todo fue emoción, alegría con la gran satisfacción de gritar que son los campeones de Puerto Rico.

Los jugadores y miembros del equipo eran esperados anoche en la plaza donde la fiesta siguió hasta la madrugada. De hecho, la celebración continuara el próximo fin de semana con varias actividades.

El público comenzó a llegar desde horas tempranas a la plaza pública para presenciar el encuentro. Con sillas y neveras en mano, esperaron tranquilamente el inicio.

Sin embargo la conquista no fue fácil. Con un Ponce determinado a llevar la serie a un séptimo encuentro hizo que los sureños se llevarán la primera mitad, lo que provoco nervios en el público presente en la plaza.

Y a pesar de tempranos problemas con la señal de la transmisión y el dominio en la primera parte de los Leones, la afición reunida no perdía la esperanza de conseguir el tan ansiado título.

“Esperamos reaccionar en el tercer parcial para ganar hoy (anoche)”, expreso Ángel Rivera, del barrio San Antonio.

Y la reacción llegó. Al final, los Piratas se impusieron, 89-72, y enseguida comenzó la celebración.

Por otro lado, el alguacil Ángel González destacó la importancia de esta serie más allá del resultado deportivo.

“Es una de las mejores series finales en años. Quebradillas tenía una sequía de campeonatos de más de 30 años. Pero lo importante es que el deporte une al pueblo. Un campeonato es el modo de compartir y olvidarnos de los problemas”, señalo González, quien llegó a la plaza a las 6:00 de la tarde.

Unas 5,000 personas vivieron la tensión y luego la magna celebración.