La agente suspendida de empleo la semana pasada, por su alegada conducta inmoral luego de que se comprobara que es quien aparece en imágenes tomadas en un cuartel de la Policía en actos sexualmente explícitos, fue citada para la próxima semana a una entrevista inicial, como parte del proceso investigativo que inició la Uniformada.

Cynthia Marrero Pomales, adscrita a la Unidad Motorizada del área de Carolina, compareció a la 1:00 p.m. al Negociado de Asuntos Internos, donde se acordó posponer el proceso hasta el lunes.

Los investigadores iniciaron la pesquisa el jueves de la semana pasada tras la divulgación de las fotos sexuales a través de redes sociales donde aparece la agente en posiciones eróticas y masturbándose. La agente lleva 16 años en la Uniformada.

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Marrero Pomales, que llegó acompañada por el licenciado José Avilés Lamberty, estuvo menos de una hora en la entrevista y la citaron nuevamente para el próximo lunes, confirmó el director del Frente Unido de Policías Organizados (FUPO), Diego Figueroa.

“Acordaron transferir la entrevista inicial. Se sintieron bien atendidos por el capitán José Arocho (director del negociado). La trataron con respeto. También levantaron unos planteamientos de derecho sobre la carta de suspensión de empleo”, argumentó Figueroa.

La mujer policía tiene derecho a solicitar una vista administrativa dentro de un período de 10 días laborables a partir de la notificación de la suspensión. Esta fecha todavía no ha sido señalada.

Figueroa reveló que Marrero Pomales fue atendida en la Oficina de la Procuradora de la Mujeres por una de las ayudantes especiales y se le brindó la ayuda necesaria.

“Estamos altamente satisfechos con el trato ofrecido, por la ayuda recibida y por los referidos”, agregó Figueroa en entrevista con este medio.

La página web del diario La Cuarta de Chile publicó una de las fotos de la agente con el título: “Cuática causó foto de policía a los Spiderman”, donde se hace referencia a la difusión de las imágenes que desataron un escándalo en la Isla.

Figueroa ha planteado que la agente fue víctima en dos ocasiones de ataques cibernéticos ya que hace dos años aspectos íntimos de su vida fueron divulgados de la misma manera dentro de la Uniformada.

Además señaló que la agente sufre lo que denominó el nuevo síndrome de la mujer policía maltratada, ya que a su juicio la agencia ha sido negligente en manejar las particularidades de su situación y la de muchas trabajadoras víctimas del “discrimen machista”.