Durante 236 episodios en 10 temporadas, la vida de los protagonistas de “Friends” se metió en nuestras casas y el final de la serie fue todo un drama para sus seguidores. Ahora, con el regreso de sus protagonistas en forma de una reunión, recordamos algunos de los mejores momentos.

TEMPORADA 1.

Hay muchos momentos jugosos en esta temporada, pero hay uno, en el primer capítulo, que marcó el rumbo de toda la serie.

Fue la entrada de Rachel (Jennifer Aniston) al Central Perk, el café en el que se reunían continuamente los amigos. Con su traje de novia y tras dejar plantado a su novio el dentista, su regreso a la vida de su antigua amiga Mónica (Courtney Cox) supuso su entrada en el particular universo de su grupo de amigos: Phoebe (Lisa Kudrow), Chandler (Matthew Perry), Joey (Matt LeBlanc) y Ross (David Schwimmer).\

Una temporada que también sirvió para conocer a algunos memorables personajes secundarios como Janice (“Oh...my...God!”) o Gunther,. el camarero del Central Perk enamorado de Rachel.

T 2.

Es la temporada del beso de Ross y Rachel, tras conseguir abrir la puerta atascada del Central Perk. Pero también en la que Joey se gasta su primer sueldo decente en comprar dos enormes sillones reclinables que se convirtieron en uno de los elementos más característicos del apartamento que compartían los dos amigos.

Y en el que se escucha por primera vez el fantástico tema “Smelly Cat” (Gato maloliente), que Phoebe canta tan mal como acostumbra, dando lecciones de cómo hacerlo nada menos que a Chrissie Hynde.

T 3.

En esta entrega descubrimos a Úrsula, la antipática hermana gemela de Phoebe, y a Frank, el hermanastro de ambas, interpretado por Giovanni Ribisi, una de las múltiples colaboraciones de conocidos intérpretes en la serie. Como Isabella Rossellini, a quien Ross intenta hacer creer que está en su lista de cinco famosas más deseadas. O Ben Stiller, un novio de Rachel que es encantador con todos excepto con Ross, el único que ve su lado iracundo.

T 4.

La apuesta por un cambio de apartamento entre los chicos -Joey y Chandler- y las chicas -Mónica y Rachel- cae del lado masculino tras un divertido concurso en el que ellas no son capaces de decir en qué trabaja Chandler, que es una de las incógnitas de la serie.

Y, por supuesto, aparece el personaje de Julie, una británica de la que Ross se enamora y con la que se casa en el espectacular último episodio de la temporada. Phoebe se queda en Nueva York embarazada de los trillizos de su hermano; Rachel se presenta en la boda en chándal para decirle a Ross que le quiere; Ross pronuncia el nombre de Rachel en el momento de casarse. Y como colofón, Mónica y Chandler comienzan una relación secreta.

T 5.

En el ecuador de la serie, los momentos disparatados se suceden.

¿Qué fan de la serie no se acuerda el nacimiento de los trillizos de Phoebe y la sucesión de médicos en el hospital? O de cómo Ross se convierte en una especie de monstruo cuando alguien se come su sándwich en el trabajo. O de la hilarante escena en la que Ross trata de todas las formas posibles de quitarse unos absurdos y estrechos pantalones de cuero que se ha puesto para impresionar a una chica. Sin olvidar a Mónica y su baile con un pavo en la cabeza.

T 6.

La forma de correr de Phoebe pone en aprietos a Rachel, que termina sucumbiendo a los absurdos y exagerados gestos que realiza su amiga cuando hace footing. También pudimos ver a Phoebe convertida en una agresiva ejecutiva, a Chandler siendo el asistente de un famoso Joey, del que se enamora Rachel. Todo ello en dos capítulos titulados “El que pudo haber sido”.

Pero el momento estrella de la temporada es la petición de mano de Mónica a Chandler.

T 7.

Hay una buena colección de divertidos momentos en esta séptima temporada. Como cuando Mónica trata de reproducir una compleja receta de la abuela de Phoebe, que resulta estar en la caja de unas conocidas galletas de chocolate de Nestlé. También cuando Joey acepta un premio de actuación en nombre de un compañero y es incapaz de soltarlo o cuando Ross se disfraza de armadillo para transmitir a su hijo Ben el amor por la fiesta de hanukkah.

Aunque si algo brilla este año es la aparición de Kathleen Turner como padre de Chandler.

T 8.

Otro invitado se convirtió en la estrella de la octava temporada.

Brad Pitt, entonces marido de Jennifer Aniston, participa en una caótica cena de Thanksgiving (Acción de gracias) y recuerda su terrible etapa en el instituto como amigo de Ross con quien formó el club de odio a Rachel Green.

Un capítulo que compite en interés con el que descubre que Ross es el padre del bebé que espera Rachel -gracias a un jersey rojo- o con el último, otro divertidísimo parto que acaba con Joey pidiendo matrimonio a Rachel.

T 9.

Ver a Chandler dormirse en una reunión de su trabajo y cómo, sin saberlo, acepta mudarse a Tulsa, es uno de los momentos más cómicos de la penúltima temporada. Junto con Mónica dándolo todo en un piano bar en el que cosecha un gran éxito gracias a las transparencias de su ropa.

Los dos últimos episodios son un cierre perfecto. La panda en Barbados, el pelo de Mónica desatado y Mike (Paul Rudd) que pide a Phoebe que se case con él, poco antes de que también lo haga David (Hank Azaria).

T 10.

El final de la serie tuvo un marcado tono sentimental y melancólico, con el nacimiento de los bebés de Mónica y Chandler, lo que les lleva a tomar la difícil decisión de irse de Manhattan y dejar su adorado apartamento.

Rachel también se muda, a París, por trabajo, pero en el último momento se baja del avión gracias a un mensaje de Ross, que ha tratado de ir con Phoebe al aeropuerto a convencerla de que no se vaya.

Pero ver a Phoebe tratando de enseñar francés a Joey es una de las secuencias más divertidas y que más representan el espíritu de “Friends”.