El pasado viernes, a la actriz Jennifer Lawrence se le ocurrió contar en el programa estadounidense The Graham Norton Show una anécdota concerniente a sus años de trabajo en The Hunger Games: Catching Fire (2013). 

Según dijo, ella se sentó sobre unas rocas y, como le picaba el trasero, se rascó con ellas. 

“Se supone que eran, no sé, quién sabe, ¿ancestros? Eran sagradas y se supone que no debes sentarte en ellas porque tus genitales no deben entrar en contacto con las rocas. Sin embargo, durante toda esa jornada de rodaje yo llevaba un traje de neopreno (material sintético de uso común en algunos trajes de buceo) y, Dios mío, ¡esas rocas eran geniales para rascarse!”, expresó la actriz.

La artista ganadora del Oscar en 2013 añadió: “Una piedra en la que estaba sentada acabó desprendiéndose. ¡Era gigante! Rodó montaña abajo y casi mata a uno de los técnicos de sonido. El set acabó destrozado. Fue un momento enormemente dramático. Todos los hawaianos estaban en plan de, ‘Oh, Dios mío, es la maldición!’, y yo estaba sentada en mi esquina diciendo: ‘¡Yo soy su maldición, la liberé con mi trasero!’ ”.

La historia causó muchas risas entre el público, pero no fue así para muchos nativos hawaianos que consideran las rocas de gran importancia espiritual. 

Las críticas no faltaron, sobre todo porque se “jactó” de ello. Por eso, la artista de 26 años decidió pedir disculpas en su cuenta de Facebook. 

“En ningún momento quise faltar al respeto al pueblo hawaiano. Realmente pienso que estaba siendo autocrítica, pero entiendo que lo que hice no es gracioso y por ello pido perdón si ofendí a alguien”, escribió la actriz.