Las personas que dedican su vida a la música punk o rap adquieren una profesión más peligrosa en comparación de quienes van a la guerra. 

En batalla, no se pierde la mitad de un ejército, mientras que la mitad de estos músicos mueren por homicidio, según arrojó un estudio explicado en un cartel en Facebook. 

La profesora de psicología y música de la Universidad de Sydney, Dianna Theadora Kenny destacó en el estudio "Music to die for: how genre affects popular musicians’ life expectancy" la causa de muerte de los músicos según su género musical. En la investigación buscó patrones en común de 13 mil artistas populares.

Entre los hallazgos más sorprendentes es que más de la mitad de los músicos de hip-hop fueron asesinados. "El asesinato representó el 6% de las mueres en la muestra, pero la causa del 51% de las muertes de músicos de rap y el 51.5% de mueres de músicos de hip hop", explicó Kenney, según citó "The Washington Post". "Esto podría deberse a la fuerte asociación de estos géneros con la delincuencia relacionada con drogas y la cultura de pandillas", agregó.

En el estudio analizó la muerte de, por ejemplo de Buddy Holly (accidente de avión), Kurt Cobain (suicidio), Jimi Hendrix (abuso de sustancias), Cliff Burton (accidente vehicular), Tupac Shakur (asesinato). 

Cabe precisar que todos los músicos de rap no deben esperar un destino fatal. Según "The Washington Post" el estudio no muestra la casualidad, sino que es retrospectiva. A su vez, Kenny ofreció una serie de advertencias sobre los datos hallados, como que músicos mayores -dedicados al blues- son más propensos a morir por causas naturales. 

"En el caso de los géneros más recientes, vale la pena señalar que los miembros de estos géneros aún no han vivido lo suficiente como para caer en las edades de mayor riesgo de enfermedades relacionadas con el corazón y el hígado. En consecuencia, tenían las tasas más bajas de muerte en estas categorías".

Otro problema de la investigación fue determinar la causa exacta de muerte. En casos que fue complicado determinarla, por ejemplo si se trabaja de suicidio o asesinato, Kenny buscó hallazgos de forenses y revisó dos fuentes independientes. 

Un dato curioso fue que el 19% de los músicos de metal fallecidos se suicidaron -igual que el 11% de músicos de punk- en comparación del 2% de los músicos de blues. "He especulado largo tiempo que los géneros como el heavy metal son manifestaciones de los estados psicológicos de los miembros de la banda", dijo la académica.

De la investigación también se desprende que músicos de metal y punk están más propensos a una muerte accidental [accidentes o sobredosis], músicos de jazz,  pop, rock y electrónica a morir de cáncer y los músicos de blues por ataques al corazón. 

Los resultados son "una combinación de factores inherentes a la industria de la música popular (como la presencia omnipresente de alcohol y otras sustancias de adicción, horas irregulares, recorridos, altos niveles de estrés, ansiedad de rendimiento)", dijo Kenny. "Además de valores y filosofías subculturales en distintos géneros musicales", añadió.