Uno de los mayores distribuidores de cocaína en el Caribe y su principal contacto en Puerto Rico figuran entre los arrestados por agentes federales en la madrugada de este martes.

Con el arresto del colombiano Javier Carrillo y otras ocho personas, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas inglés) aseguró haber desmantelado una importante cadena de distribución de cocaína que exportaba droga directamente de los mismos productores en Colombia.

"Hemos llegado al más alto nivel que hemos podido alcanzar en este momento. No solo se pudo arrestar al distribuidor de la droga en Puerto Rico, sino que también a su fuente, que le proveía la droga desde Suramérica", sostuvo Pedro Janer, subdirector de la DEA en Puerto Rico y el Caribe.

"Este individuo es una persona de alta envergadura en las redes del narcotráfico porque tiene la habilidad de recibir la droga directamente desde los laboratorios y los distribuidores de droga en Colombia", agregó. "Distribuía la mayoría de la cocaína que se movía en el Caribe".

Carrillo fue detenido en República Dominicana, mientras que su alegado distribuidor en Puerto Rico, José Burgos Rodríguez, fue detenido en la Isla al diligenciarse 10 órdenes de arresto en la segunda fase de la llamada "Operación Vudú Sam".

Janer recordó que la primera fase de este operativo tuvo lugar en el 2012, cuando se detuvo a 22 individuos. Dijo que el nombre responde a que algunas de las personas apresadas practicaban la religión de la Santería y rezaban a un "ser" que llevaba el nombre de "Samuel" para que los dirigiera en sus decisiones. De hecho, uno de los arrestados hoy, Delfín Robles Álvarez, es primo de Orlando Robles Ortiz, conocido como el Babalao, quien luego se declaró culpable de narcotráfico.

Los 10 acusados de la segunda fase de la operación enfrentan cuatro cargos por conspirar para comprar grandes cantidades de cocaína para importar a Puerto Rico desde San Martín, punto de transbordo desde Suramérica.

 También enfrentan una alegación de confiscación por $127 millones, una propiedad localizada en el barrio Hato Tejas en Bayamón, un avión Aerostar y un avión Cessna, explicó el fiscal federal José Ruiz Santiago.

Agregó que en estos aviones se encontró droga escondida en compartimentos secretos, en intervenciones realizadas durante la investigación en los pasados años, que incluyó allanamientos en Puerto Rico, San Martín y República Dominicana.

Asimismo, el fiscal señaló que uno de los cargos que enfrentan es por lavado de dinero.

"Estos acusados utilizaban las ganancias de la venta de narcóticos para comprar boletos de la Lotería de Puerto Rico que estaban premiados para utilizarlos como ganancias económicas legítimas", sostuvo Ruiz Santiago.

Añadió que los "acusados compraban boletos premiados por la misma cantidad del premio más un 20% de la comisión de la Lotería de Puerto Rico, los cuales no habían sido reclamados por los verdaderos ganadores".

 "Estos acusados y sus coconspiradores 'se pegaron' en la lotería más de 27 veces excediendo $1.2 millones", abundó.

Por su parte, Janer no descartó que la continuación de la investigación lleve a más arrestos. Por lo pronto, destacó que alegadamente han logrado detener las operaciones criminales de Carrillo.

"El significado de este operativo es que este señor Carrillo tenía los contactos en Colombia para que se le distribuyeran grandes cantidades de cocaína", dijo Janer. "Estamos hablando desde 1,000 a 2,000 kilos, hasta 5,000 kilos o quién sabe si 10,000 kilos a la vez".

"Tenía una posición muy importante. Tiene que tener una confianza de las organizaciones colombianas para que se les entregue esta cantidad, porque la mayoría de las veces se entregan a consignación", afirmó.

 Uno de los 10 que eran buscados hoy no fue encontrado en la madrugada y sigue sin ser apresado.

Las penas por los cargos sometidos van desde un mínimo de 10 años de prisión hasta cadena perpetua.

De los 22 acusados en el 2012, 19 han sido convictos, uno sigue pendiente a juicio y dos permanecen fugitivos.