El esposo de una maestra cuyo cadáver fue hallado a orillas de la carretera PR-183 del barrio Valenciano Abajo, en Juncos, con dos impactos de bala en el lado izquierdo del pecho y en el abdomen, quedó en libertad esta noche por instrucciones de la fiscal Rocío Gracia ya que las autoridades no están listas para la radicación de cargos.

El director del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Caguas, capitán Carlos Alicea Contreras, indicó que la determinación fue tomada debido a que los análisis periciales y de ADN que realiza el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) no están disponibles todavía, debido a que no fue hasta esta tarde que mediante una orden de allanamiento se obtuvieron las muestras para hacer las comparaciones.

Además, a las 3:00 a.m. de mañana viernes vencía el plazo para permanecer en una celda sin que le radicaran cargos.

“Fue libertado por decisión de la fiscalía debido a que las pruebas del Instituto de Ciencias Forenses no están disponibles. La investigación no ha concluido ya que todavía estamos realizando entrevistas”, agregó el capitán.

Como medida cautelar la familia de Ivette Vélez Flores de 61 años, recibirá vigilancia policíaca debido a las expresiones públicas que se han hechos imputando la responsabilidad del crimen a Víctor Sánchez Hernández de 64 años.

“No podemos ponerle restricciones”, agregó ya que no ha sido imputado de ningún delito. Se presentó un abogado para representarlo.

El sexagenario quien está jubilado de una fábrica en Las Piedras fue catalogado como sospechoso luego de que, a base de la evidencia obtenida por los investigadores, que incluyen videos de seguridad, no concordara con la versión ofrecida.

Durante la noche del miércoles, se allanó la residencia que compartían ambos, localizada a solo minutos de la escena del crimen donde se recuperaron piezas de evidencia como ropa que fueron enviadas al ICF para su análisis de ADN.

También se incautaron dos vehículos registrados a nombre del detenido, ya que la mujer no conducía, los cuales fueron descritos como una guagua Toyota Highlander y una Suzuki Vitara, para realizarle los análisis correspondientes.

El arma de fuego no ha sido ocupada ni tampoco se desprende de los registros del Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR), que hubiese solicitado la licencia.

Vélez Flores, quien era maestra de segundo grado de un colegio privado en San Lorenzo procreó dos hijas con Sánchez Hernández, con quien mantuvo una relación de unos 30 años.

No había querellas de violencia doméstica entre la pareja, pero el capitán Alicea Contreras comentó que eso no quiere decir que la mujer no hubiese sido sometida a un patrón como se alega que le expresó a compañeros de trabajo y familiares.

Además, se analizan vídeos de seguridad obtenido mediante órdenes judiciales.