Quebradillas. Fueron 34 temporadas de angustia, dolor y sufrimiento. Pero no hay mal que dure cien años.

El pueblo de Quebradillas vibró en éxtasis total de alegría en una noche sumamente emocional cuando sus Piratas gozaron de un tercer parcial de ensueño para imponerse  a los Leones de Ponce, 89-72, ante cerca de 8,000 fanáticos que abarrotaron a capacidad el coliseo Raymond Dalmau y así coronarse como los nuevos campeones del Baloncesto Superior Nacional (BSN).

Los Piratas, que no ganaban un título del BSN desde 1979 y fueron atormentados con seis viajes a series finales sin trofeo de campeonato, por fin pudieron celebrar en grande. 

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Sin embargo, tuvieron que pasar  por un poco más de sufrimiento.

Y es que los Leones salieron hambrientos desde el saque y los Piratas fueron su presa, acosándolos defensivamente con ahínco y negándoles tiros abiertos con gran efectividad para taparles el aro por gran parte de la primera mitad. Esto provocó que los anfitriones cayeran atrás en el marcador por hasta nueve puntos, 40-31, luego de penetración al canasto de Carlos Emory con 2:42 en el reloj.

Sin embargo, Kevin Lisch no dejó morir a sus Piratas, echándose la responsabilidad ofensiva sobre sus hombros al anotar 10 de los siguientes 14 puntos de Quebradillas para empatar el juego, 45-45, a inicios del tercer parcial.

Pero ese fue apenas el comienzo. Con Ike Diogu metiéndose en problemas de faltas personales y Mike Harris contenido defensivamente por Carmelo Lee, ahora era la ofensiva de los Leones la que agonizaba.

Y entonces llegó la figura de Ricky Meléndez con tres triples mortales a distancia, incluyendo uno restando 52 segundos en el tercer parcial que les dio ventaja a los Piratas, 69-55, y puso a temblar el recinto quebradillano.

¡El ruido era ensordecedor!

Los Piratas aventajaron a los Leones, 32-10, en el tercer parcial que fue definitivo. Ponce hizo un último intento de regresar a juego en el cuarto periodo pero fue imposible.

Lorenzo Mata entonces terminó de domarlos con un potente donqueo en rebote ofensivo restando 6:29 que puso a Quebradillas al frente, 81-62, y terminó por desmoralizar a la manada leona.

Cuando restaban 14 segundos en el reloj, la gente no aguantó el deseo de festejar y se tiraron al medio de la cancha y dar rienda suelta a sus emociones. 

Lisch, que fue escogido el Jugador Más Valioso de la serie final, terminó como líder anotador del partido con 20 puntos y nueve asistencias, seguido de David Huertas con 16, Lorenzo mata con 15 y Meléndez con 14. Por los Leones, Carlos Emory sacó la cara con 17 puntos y Harris tuvo 16 tantos con 13 rebotes .

“Nuestros jugadores fueron los que mejores jugaron en este torneo y lo demostraron una vez más. Desde aquel juego que le ganamos en tres tiempos extra a los Cangrejeros de Santurce sabía que este equipo tenía las cualidades para ser un equipo especial  y se nos dio. Y en el 2014 seremos aún mejores cuando llegue Nathan Peavy”, Félix “Felo” Rivera, apoderado de los Piratas.

Como parte de los festejos, los Piratas tienen pautado efectuar su caravana de campeones el martes desde las 2:00 p.m., saliendo del Rancho de Rafy, pasando por varios barrios de Quebradillas hasta llegar a la plaza, donde tendrán música en vivo.

“Nos dieron un nocaut en ese tercer parcial”, dijo, por su parte, el dirigente de los Leones Nelson Colón.

“Ellos entraron con mucha más energía y tratamos de hacer varias cosas en defensa, pero no nos salía nada. Se nos hizo bien difícil sin Ike Diogu, que prácticamente no jugó por problemas de faltas”, cerró.


Unas 5,000 personas vivieron la tensión y luego la magna celebración.