Río de Janeiro.  Brasil se fue de su Copa Mundial por la puerta de atrás. No tuvo oportunidad para subsanar la vergüenza sufrida en semifinales, y el recorrido mundialista de los brasileños terminó con dos derrotas consecutivas.

La “verde-amarela” se despidió hoy del Mundial que sirvió  como anfitrión con un revés ante Holanda de 3-0 en la ciudad de Brasilia, lo que le dio a los holandeses el tercer lugar del torneo. Mientras, Brasil terminó en la cuarta posición de una Copa a la cual entró como el gran favorito de todos. 

Brasil nunca encontró su fútbol, y la derrota de 7-1 en semifinales contra Alemania fue un golpe mortal del cual nunca se recuperó. El partido contra Holanda era visto como una oportunidad para lavar un poco la cara, pues un tercer lugar no era suficiente para una afición que solo soñaba con el “hexacampeonato”.

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El comienzo del partido de hoy no pudo ser peor para Brasil, que quería regalarle una alegría a su afición. En apenas el segundo minuto, el central Thiago Silva cometió una falta en el área de penal sobre Arjen Robben, lo que permitió que Robin van Persie cobrara la falta máxima para el 1-0.

 Así de poco duró el optimismo brasileño de poder cambiar la suerte. Desde ese entonces, Brasil se fue contra la corriente, intentando a toda manera de alcanzar a la “Naranja Mecánica”. Pero los holandeses aún no terminaban de hurgar en la herida local.

En el minuto 17, el central brasileño David Luiz despejó un balón que fue a caer directo en las piernas de Daley Blind, quien, con un zurdazo, soltó un disparo para el 2-0.

 Holanda mandaba en el marcador en apenas 17 minutos. Sin embargo, mucho crédito para Brasil que siguió intentando ir tras la portería. Los locales dominaron la posesión del esférico en esa primera parte, 59-41 por ciento, y hasta crearon más oportunidades de peligro que los holandeses, 22-14. No obstante, Brasil siempre encontró problemas para sumar goles. Sin Neymar, no hay un delantero confiable que pueda terminar la faena de cara a los tres postes.

Poco cambió en la segunda parte. Brasil lo siguió intentando, y en el minuto 59 Ramires creó espacio con gran jugada ofensiva, pero su disparo falló el poste por centímetros.

Diez minutos después, Oscar cayó en el área de penal tras un golpe de Blind, pero el referí decidió por amonestar con una amarilla la brasileño al entender que se había tirado al césped a propósito. No obstante, repeticiones enseñaron que, efectivamente, Blind había cometido una falta.

Ya en el tiempo añadido, por eso de abonar a la vergüenza brasileña, Georginio Wijnaldum marcó el 3-0 para sentenciar la goleada. 

Fue la mala suerte de Brasil. Luego de esa victoria de 2-1 sobre Colombia en cuartos de final, la “canarinha” perdió toda la fortuna que la acompañaba. No tan solo sufrió la peor derrota de su historia mundialista ante Alemania, sino que los 14 goles encajados también son la mayor cantidad para Brasil en una Copa.

 Lo que comenzó como una gran fiesta en búsqueda de la “hexa”, terminó en muchas preguntas para el fútbol brasileño.