Río de Janeiro.  Con un terrible sabor amargo, las selecciones de Brasil y Holanda salen hoy al Estadio Nacional en Brasilia para disputar el partido por el tercer puesto de la Copa Mundial.

Es un partido que no quieren jugar ninguno de los favoritos, pero el destino sabe más que los pronósticos y no les queda otro remedio que cumplir con la cita, pautada para el Estadio Nacional Mané Garrincha de Brasilia, a las 4:00 p.m.  en horario de Puerto Rico.

Ambos bandos han tratado de buscarla algún tipo de significado para convencerse a sí mismos de que vale la pena salir a tratar de ganar.

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Para Brasil será la oportunidad de demostrar que el desastroso juego contra Alemania fue apenas un resbalón en el peor momento. El país sigue avergonzado por la goleada alemana de 7-1, así que cerrar el Mundial con una victoria aliviaría la carga que tendrán encima los brasileños al menos por los próximos cuatro años.

“Creo que la motivación es alta. Tenemos un objetivo diferente, pero nuestro honor y dignidad es importante. Cuando eres jugador de esta selección tienes que defender esta camisa, que pesa más que nada”, expresó el capitán de la selección brasileña Thiago Silva, quien regresa después de estar suspendido en el juego de semifinal.

“Tuvimos una derrota difícil, pero creo que podemos pasar la página y continuar con nuestras vidas”, agregó.

Una derrota podría agravar el ardor de la herida, pero no sería tan catastrófico como quedar eliminado. Ya para este país la Copa terminó. 

De hecho, durante la conferencia de prensa de ayer, los cuestionamientos al técnico brasileño Luiz Felipe Scolari fueron más sobre su futuro que sobre el partido de hoy, pero el veterano hombre del fútbol insistió en la importancia del choque por el tercer puesto. Recordó que como dirigente de la selección de Portugal dirigió en ese partido en la Copa de 2006, contra Alemania.

“Teníamos un sueño y no se logró. Ahora vamos a tratar de buscar el logro de llegar a tercer puesto. Cuando yo estaba con Portugal, perdimos con Alemania y vi como ellos le dieron valor al tercer lugar y comenzaron a trabajar sobre ese tercer lugar para llegar hasta donde están hoy”, sostuvo Scolari, quien dijo que hará cambios en la alineación para dar tiempo de en el campo a otros jugadores, pero no adelantó cuáles.

Por su parte, los holandeses, desde que salieron del último juego, manifestaron su molestia con el partido. El técnico de “La Oranje”, Lous van Gaal señaló que lleva “diez años” diciendo que “este partido no debería jugarse”, mientras que el estelar holandés Arjen Robben soltó: “Pueden quedárselo”.

En cambio, ayer Van Gaal se mostró algo más comedido. Aunque dijo que perder 7-1 es “mejor” que eliminarse por penales (como le pasó a Holanda ante Argentina), aseguró que le pidió a sus jugadores el “regalo” de ganar hoy para que su selección se vaya sin derrotas de la Copa Mundial. De esta manera se aferró al tecnicismo del fútbol de que cuando se van a penales es porque el marcador termina empatado en el tiempo reglamentario.

“Queremos hacer historia para Holanda, porque Holanda siempre ha perdido al menos un partido”, dijo Van Gaal. 

Algo es algo. Además, hay un desempate de por medio. Brasil y Holanda se han encontrado cuatro veces en la historia de la Copa Mundial. Cada lado ha ganado dos veces.

“Queremos dejar el Mundial con una buena sensación”, afirmó el delantero holandés Dirk Kuyt. “El tercer puesto deja una mejor sensación”.