Los agentes que investigan la muerte de una niña de tres años que se sospecha fue víctima de un brutal patrón de maltrato permanecían anoche en un apartado sector rural de Maricao recopilando evidencia en la humilde residencia donde vivía la menor con otros hermanitos, su progenitora y el compañero de la fémina.

En horas de la tarde del sábado se emitió una orden de allanamiento de la casa, ocupada hace solo unos 10 meses por la familia de la niña. Mientras, la madre de la menor muerta y su padrastro permanecían detenidos en Mayagüez, bajo la custodia de agentes estatales.

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De la pesquisa preliminar se desprende que la pareja detenida vivía en Filadelfia y a fines de 2013 decidió viajar a la Isla, acomodándose en una casa humilde que carece de servicio de energía eléctrica. Esa morada fue la estructura allanada en horas de la tarde del sábado.

En esa vivienda, según la Policía, la familia vivía en condiciones deplorables y poco higiénicas para varios menores que desde el viernes quedaron bajo la custodia del Departamento de la Familia, agencia que también interviene en la pesquisa de lo que ha sido clasificado por la Policía como un asesinato.

El viernes las autoridades no habían clasificado la muerte de la menor como un asesinato, pero en las estadísticas diarias de la Superintendencia Auxiliar de Investigación Criminal temprano la muerte de la menor fue registrada como un homicidio.

La investigación en la Policía fue referida al agente Rafael Mercado, adscrito a la División de Homicidios en Mayagüez, quien laboraba junto al fiscal Jorge García Jiménez. El agente Manuel Cruz, portavoz de la Policía en la región oeste, dijo que Mercado, García Jiménez, así como otros investigadores permanecían en el barrio Indiera Alta de Maricao al anochecer.

Al lugar también se movilizó la directora del Cuerpo de Investigaciones Criminales de Mayagüez, la capitana Janice Rodríguez, explicó Cruz. Sin embargo, todavía no se ha determinado qué tipo de acusaciones se presentaría contra el padrastro y la madre de la menor muerta.

La progenitora de la niña de tres años que según informes preliminares de la Policía resultó muerta a golpes fue llevada a una celda en la Comandancia de Mayagüez. Mientras el compañero de la fémina seguía detenido, pero en las instalaciones del Negociado de Vehículos Hurtados de la Policía, también en esa ciudad.

El padrastro de la niña fue identificado como José A. Pérez Santos, de 26 años, apodado Babo, quien era la persona al cuido de la menor cuando su progenitora la encontró moribunda el viernes.

Pérez Santos tiene una orden de arresto del estado de Pensilvania, en relación a acusaciones por robo, así como por ofrecer información falsa a las autoridades y desacato al tribunal.

De acuerdo con informes preliminares de la Policía, la madre de la menor, Tania Rivera, llegó a su residencia en el barrio Indiera Alta de Maricao a eso de las 9:05 a.m. y encontró moribunda a su hija Anastecia Iris Rivera Santos.

La menor presentaba un trauma en la nariz y la boca que le provocó la pérdida de un diente, hematomas en el pecho y otras partes del cuerpo, así como marcas de aparentes quemaduras y golpes en etapas de sanación de un período anterior, revelaron las autoridades estatales.

Ese día temprano Pérez Santos también cuidaba a dos hermanos de la víctima: un varón de nueve y una niña de siete años. La Policía informó además que dos hermanas de esos niños, de cinco y diez años, estaban en la escuela y quedaron en custodia de trabajadores sociales del programa de Emergencias Sociales del Departamento de la Familia.

Los hijos de la fémina, de 30 años, son de diferentes padres. Su actual pareja tiene tres hijos de otra relación, pero no podían vivir con ellos debido al poco espacio que había en la casa, según se informó a los investigadores.