El joven piloto puertorriqueno, muerto en un accidente aéreo ocurrido en octubre pasado en aguas de San Martín, fue sepultado este mediodía en el Cementerio Los Cipreses de Bayamón.

La novia de Rigoberto López Colón, Dephne Febrero, poco antes de despedir el cuerpo de su amado, sostuvo que las historias del Príncipe Azul existen, porque ella tuvo el suyo.

El piloto murió a los 26 años.

No fue sino hasta este fin de semana que su cuerpo fue devuelto a Puerto Rico porque fue llevado a los Países Bajos para pruebas de identificacion.

Tras ser sepultado, familiares y amigos lanzaron globos anaranjados al cielo.

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La lápida de su tumba lleva el siguiente epitafio:" El mejor piloto del mundo".

El papá de Rigoberto Lopez, del mismo nombre, agradeció esta mañana la solidaridad expresada por todos los puertorriqueños con el dolor de su familia.

También le dio gracias al Gobierno de Puerto Rico por todas las gestiones realizadas para que los restos del piloto regresarán a su pais.