Cuando al exjugador Leroy Jackson se le pregunta qué cosas ve de él en su hijo, el jugador colegial Jhivvan Jackson Meléndez, permanece pensativo unos segundos antes de responder y asegurar que su vástago será mejor jugador que él.

Esa apreciación podría parecer lógica, ya que proviene del progenitor del base de la Universidad de Texas en San Antonio (UTSA), que milita en el baloncesto de la División I de la NCAA. 

Sin embargo, cuando se piensa que Leroy fue un explosivo jugador que representó los colores de su país de origen, Panamá, y que militó con éxito en cincos equipos del Baloncesto Superior Nacional (BSN), se puede tener una idea de cuán bueno su padre entiende que es el joven atleta.

“Yo le digo a todo el mundo que Jhivvan tiene muchas más habilidades que yo. Muchas más. Jhivvan es un niño bendecido por Dios por las habilidades que él tiene. Yo -como su padre y como su fanático- al verlo jugar, solamente puedo decir: ‘Wow’. Tiene unas habilidades tan naturales que yo no tuve ni en mis mejores tiempos”, expresó Jackson a preguntas de este medio sobre el desempeño de su vástago. 

Jhivvan ha tenido un inicio sobresaliente en su primer año colegial. Acumula promedios de 17.6 puntos con 2.4 rebotes y 2.0 asistencias en 22.6 minutos. También fue nombrado como el mejor ‘freshman’ de la Conferencia USA, durante la semana que finalizó el 19 de noviembre pasado.

Leroy también destacó que hijo, de 19 años y nieto del dirigente Flor Meléndez, tiene “ una gran visión de juego” y alabó “la forma en que anota ya sea de larga distancia o penetrando”. 

“Es un anotador natural. Su forma de jugar es fácil. Para él es fácil jugar baloncesto. Mientras otros tienen que trabajar para poder hacer algunas cosas, a él le sale natural. Él nació para jugar baloncesto”, sentenció.

Una gran ética de trabajo

Jhivvan, quien ha representado a Puerto Rico en torneos juveniles, es un jugador dedicado y perfeccionista, que desde pequeño dio muestras de su potencial, dijo su progenitor. “Además, él odia perder. Es un perfeccionista y eso lo lleva a trabajar incansablemente”, lo describió su padre.

En cuanto a la influencia que tanto él como su abuelo han tenido sobre el estudiante de primer año de la UTSA, Jackson apuntó que -por su parte- él sólo se ha dedicado a apoyarlo en todo. “La única influencia mía es apoyarlo”, aseguró. “En el caso de Flor, él es una persona que conoce el baloncesto, y el respeto que él le tiene a su abuelo es grande. Ellos siempre hablan cuando está en Puerto Rico. Entiendo que tienen esa comunicación. Él es un niño que le gusta escuchar”, agregó.

“No estoy sorprendido con lo que él está haciendo en la Universidad de Texas porque Jhivvan, desde que empezó a jugar baloncesto, fue un niño especial, y siempre ha trabajado fuerte en sus habilidades. Así que lo que ha logrado es fruto de su trabajo. Él siempre se ha entregado al baloncesto”, concluyó.