Barcelona— Estados Unidos no falló hoy, jueves, en Barcelona y ganó 96-68 a Lituania para pasar a la final de la Copa del Mundo de baloncesto, donde el domingo enfrentará al rival que salga del otro cruce de semifinales que disputan mañana Serbia y Francia.

Una vez eliminada la anfitriona España ayer por el equipo francés, a los estadounidenses se les presenta una oportunidad dorada de conquistar mundiales consecutivos por primera vez en su gloriosa historia.

Kyrie Irving, con 18 puntos, y James Harden y Klay Thompson, con 16 cada uno, lideraron nuevamente el triunfo de Estados Unidos, invicto en sus ocho partidos disputados en el torneo y gran favorito, aún más sin el concurso del temible equipo español.

Lituania tuvo ocasión de vengarse de la derrota sufrida a manos norteamericanas en la semifinal de Turquía 2010, cuando el equipo europeo se llevó la medalla de bronce, pero los 15 puntos por cabeza de Mindaugas Kuzminskas y el poste de los Raptors de Toronto, Jonas Valanciunas, tampoco bastaron en esta ocasión.

Tras arrollar a México en octavos de final y necesitar un solo periodo de buen juego para finiquitar a Eslovenia en cuartos, Estados Unidos se presenta invicto y difícilmente batible al choque decisivo, pues no pierde un partido oficial desde 2006, cuando cayó en semifinales del Mundial de Japón ante Grecia. Su peor clasificación fue en 2002, cuando acabó sexto ejerciendo de país anfitrión.

Bajo el timón de Mike Krzyzewski, ha ganado 51 de sus 52 cotejos, siendo su único lunar el revés sufrido ante el conjunto heleno; y su margen de victoria en el torneo actual no baja de los 21 puntos. Lituania no fue la excepción y, pese a oponer notable resistencia durante los 20 primeros minutos, acabó cediendo tras el descanso, cuando encajó un parcial de 33-14 en el tercer cuarto.

Irritado por los repetidos elogios a los pívots rivales en la previa, Kenneth Faried se tomó el partido como una cuestión personal y se entregó a la pelea bajo los aros con incluso más ferocidad de lo habitual. Pero Lituania jugó con templanza y no se salió del guión, atacando la pintura pronto con Valanciunas, defendiendo con tenacidad y mandando en el marcador hasta mediado el primer cuarto, cuando Stephen Curry convirtió un triple para la primera ventaja estadounidense.

Los europeos no se amilanaron ni siquiera cuando Anthony Davis realizó una soberana tapa sobre Valanciunas y siguieron picando piedra por vía del reserva Martynas Pocius, quien se infiltró en la defensa para poner tres puntos arriba a su equipo. Ansioso por despegar, el conjunto de Krzyzewski recurrió a los tiros desde fuera del arco y convirtió tres de nueve para cerrar el periodo por delante, 21-16. Ya no volvió la vista atrás.

En defensa, los americanos se agolparon alrededor de Valanciunas, y Lituania no encontraba modo de abrir la defensa desde el perímetro, fallando tiros cómodos y hallando únicamente solución en los arrebatos de Kuzminskas, autor de 12 en el segundo cuarto.

Pero Estados Unidos también disfrutaba de la mano caliente de Thompson, cuyo amplio repertorio ofensivo desmontó la defensa diseñada por Jonas Kazlaukas. El martilleo incesante del escolta de los Warriors hizo mella en los lituanos, que siguieron aguerridos en la pelea por el rebote, pero permitieron que los de Krzyzewski se distanciaran, 43-35, al descanso.

La reanudación pilló con el pie cambiado a Lituania y vio emerger a Curry y Harden, quienes convirtieron sendos triples para un parcial de 10-0 que propició tiempo muerto de Kazlaukas. La agresiva defensa norteamericana mantenía fuera de juego a los hombres altos rivales y permitía correr al veloz Irving, autor de una clavada y asistente de un poderoso alley-oop de Davis que amplió el castigo a 18-2.

El ritmo de Estados Unidos ya no se alteró. Harden respondió a una falta antideportiva con una canasta de tres y una clavada y anotó 16 puntos en el periodo, DeMarcus Cousins se hizo amo y señor de la pintura y Lituania hizo lo posible por no despeñarse, alcanzando el último cuarto en clara desventaja: 76-49.

A partir de allí, los americanos repitieron el festival de clavadas y espectáculo exhibido ante Eslovenia, con la mente ya en la final y su histórica posibilidad de revalidar trono.