Luego de registrar marca de 5-1 en sus primeros dos meses en las Grandes Ligas, el derecho y novato de los Gigantes de San Francisco, Dereck Rodríguez, cerró los últimos meses de la temporada con rendimiento de 1-3.

Rodríguez sabe muy bien qué sucedió: las piernas, con el pasar de los meses, le comenzaron a  pesar.

“Fue cansón”, afirmó a Primera Hora durante un compartir en una reciente tanda de entrenamiento. “El cuerpo lo va sintiendo”.

Jugada su primera temporada y aprendida la lección, Rodríguez dijo que está trabajando en Puerto Rico para crear estámina.

“Para eso estamos aquí”, dijo mientras trabajaba en el pasillo del estadio Marie Lande Mathieu de Levittown junto a otros grandesligas como el versátil jugador Javier Báez y el lanzador José Orlando Berríos.

“Vamos a estar trabajando en un poco de todo, en fortalecer las piernas y el torso”, detalló el lanzador de  6’1” de estatura y 215 libras.  “Y a tirar de la loma para hacer que los pitcheos rompan más y tratar de coger más velocidad en la recta”, añadió quien también tiene entre su repertorio lanzamientos en cambio, curva, sinker y slider.

La recta de Rodríguez fue medida en 94 millas por hora en junio. Su velocidad máxima bajó a un promedio de  92 millas en septiembre según FansGraphs.com.

Aún así, el novato de 26 años registró una temporada en la que superó las expectativas con los Gigantes de San Francisco.

Rodríguez inició 19 juegos desde su ascenso tarde en mayo y tuvo marca de 6-4 y efectividad de 2.81 en 118 entradas. Ponchó a 98.

Sus mejores salidas fueron entre el final de julio e inicios de agosto, cuando le tiró siete entradas limpias a los Astros de Houston y a los Padres de San Diego. En ambos juegos ponchó a siete.

Rodríguez llamó la atención en San Francisco.

“Sí. No traté de hacer nada diferente. Fui a hacer mi trabajo. Me salió todo bien. De verdad que le doy gracias a Dios por la oportunidad que me dieron”, dijo.