Hace cinco años, las gestas del Team Rubio durante el Clásico Mundial de Béisbol de 2017 acapararon la atención de la isla y, a su vez, del planeta.

Teñirse el cabello se convirtió en una moda en un abrir un cerrar de ojos. En cada rincón de Puerto Rico se pudo apreciar adultos, adolescentes y niños con el pelo rubio siguiendo la tendencia que impuso el receptor Yadier Molina para crear unidad entre todos los peloteros de la novena.

Con una escuadra repleta de talento joven como Carlos Correa, Francisco Lindor y Javier Báez, entre otros, acompañados por veteranos tales como Carlos Beltrán y Molina, la novena boricua marchó de manera invicta hasta el partido final, lo que despertó un frenesí ante la posibilidad de que Puerto Rico, finalmente, se alzaría con el campeonato del evento que organiza Major League Baseball (MLB).

Cada triunfo alimentaba la euforia en la Isla. Sobre el terreno, Puerto Rico fue el gran equipo del campeonato. Hizo que el béisbol nuevamente fuera divertido, alegre, repleto de pasión y orgullo patrio.

Los boricuas, no obstante, se quedaron cortos por segunda edición seguida al culminar con el subcampeonato, esta vez cuando perdieron ante Estados Unidos en la final.

Sin embargo, las hazañas del Team Rubio permanecen intactas, frescas y, tal vez, puede que alguien resucite la idea en la próxima edición del Clásico Mundial de Béisbol.