El peso júnior ligero Henry “Moncho” Lebrón sabía que un cambio de entorno era necesario de cara al compromiso del 10 de junio en el Madison Square Garden en Nueva York. Así que empacó sus pertenencias y se estableció en Fort Lauderdale, Florida, en el gimnasio que utiliza el también boxeador boricua Xander Zayas.

“Es el primer campamento que hago fuera de Puerto Rico. Me tomó un poco de tiempo porque las exigencias de los entrenamientos suben y cuesta. Me pude acoplar rápido al sistema. A veces uno pasa los procesos y, como son cosas nuevas, uno piensa que no están funcionando, pero todo lo que hecho ha sido bueno y productivo. Se verá la noche de la pelea”, compartió Lebrón (17-0, 10 KO).

El púgil puertorriqueño explicó que el objetivo para el cambio fue encontrar una atmósfera alejada de potenciales distracciones.

Se trabaja muy bien. Ese cambio más profesional se ve y en el trabajo también. Todo se hace con una organización, un propósito. Soy el tipo de persona que pregunta mucho y se acentuaba con lo que decían”, dijo.

Lebrón enfrentará a Carlos Ramos, un rival que entró como sustituto hace dos semanas.

“Estamos trabajando en lo últimos toques. Orlando (González) estuvo guanteando conmigo y me ayudó mucho. Quedan menos de dos semanas y estoy contento”, sostuvo.

Lebrón es el séptimo clasificado en las 130 libras por la Organización Mundial de Boxeo (OMB). Una victoria sobre Ramos lo mantendrá en el camino rumbo a una futura cita titular.

“Esta pelea es súper importante, diría que un 10. Aquí se define lo que haré en lo que queda del año (2023) y el próximo. El desempeño en el ring será importante para impresionar a la gente y a la empresa (Top Rank). Quiero esa oportunidad y es tiempo de estar más cerca”, concluyó Lebrón.