Ayer había hambre en el Club Diamante de Trujillo Alto, literal y figurativamente. 

Christopher “Pitufo” Díaz, Jonathan Irizarry (2-0, dos nocauts) y Orlando González (1-0, un nocaut) trabajaron duro en lo que fue su última sesión antes de partir hoy a Florida, donde el trío verá acción en el Osceola Heritage Center de Kissimmee.

Díaz (17-0, 11 nocauts) estelarizará el programa del viernes, enfrentando al veterano mexicano Raúl Hirales (22-5-1, 11 nocauts). Ayer, Pitufo mostró potencia en sus envíos, mayor velocidad de lo usual y su típica fortaleza física, además de enfoque y deseo de triunfo. 

Sin embargo,  terminó la sesión aproximadamente cinco libras sobre el peso máximo permitido en la división pluma (126 libras),  por lo que al final del entrenamiento su equipo discutió los pasos preventivos que tomarían para evitar que bajar de peso se convirtiera en un problema antes del pesaje de mañana. 

Según platicaron ayer, la dieta de Pitufo en los próximos días incluirá ensalada y pechuga de pollo. Pero no le limitarán el líquido por el momento.

El entrenador y manejador Ricky Márquez explicó que durante su entrenamiento para la pelea con Hirales el enfoque  ha estado  en mejorar su boxeo técnico y aumentar la velocidad de sus golpes.

“La fortaleza él ya la tiene”, explicó Márquez.  “Queremos que trabaje más la velocidad y los desplazamientos. El aspecto técnico  es algo que él descuida un poco cuando es demasiado agresivo”.

Díaz estuvo de acuerdo con que la mayor rapidez y la mejorada técnica serán herramientas importantes para el pleito con Hirales. 

“Eso es lo que necesitamos, explosividad, boxear y pasar manos para cuando él cometa errores y hacer que pague por ellos”, comentó Pitufo. 

El mexicano Hirales viene de tres reveses, todos por decisión y dos de ellos ante invictos, por lo que Márquez dijo que no es de fiarse.

“Con este rival no me confiaría. Tiene sus méritos y las derrotas que tiene son con peleadores   de calidad que han peleado por el título y hasta uno que es campeón ahora, Carl Frampton, que viene de ganarle a  Leo Santa Cruz en una unificación”, sostuvo Márquez. 

Su ejecución en el 2016 ha hecho que Díaz ascienda en las clasificaciones mundiales. Pero aunque podría resultar tentador apretar el paso en este periodo para conseguir una pelea de campeonato, Márquez explicó que eso no es prioridad para el equipo.

“En realidad no tenemos prisa por que sea en el 2017 cuando pelee por el título. Si acaso es a finales del 2017 o a principios del 2018”, sentenció el entrenador.