Pasaron más de dos décadas desde su estreno y, sin embargo, el rodaje de “Titanic” y el impacto posterior del largometraje de James Cameron sigue estando en el centro de la escena. En las últimas horas, se viralizaron unas declaraciones del realizador sobre la falta de profesionalismo del coprotagonista del film, Leonardo DiCaprio, con motivo de una actitud que tuvo en la entrega de los Oscar.

El 23 de marzo de 1998, el actor de “The Revenant” no asistió a la 70.ª edición de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood en la que “Titanic” arrasó con 11 estatuillas, y su desaire, un gran error en retrospectiva, no fue del agrado de Cameron.

“Fue un destrato lo que hizo, no tanto hacia la película sino a toda la gente a la que sí le importaba y que dieron todo en ese rodaje”, expresó en diálogo con la revista Rolling Stone.

“No fue a la entrega y quedó como un punk malcriado, me mandó un mensaje un día antes y me dijo: ‘No es algo que vaya conmigo, hermano’”, recordó el cineasta.

En ese momento, en tanto, los representantes del actor habían asegurado que su ausencia se debía a que no quería “opacarles el momento a Cameron, Kate Winslet y Gloria Stuart”. Si bien nunca se supo verdaderamente por qué no asistió a la ceremonia, al director del film que lo lanzó a la fama no le agradó en absoluto su actitud. Recordemos que en la etapa de casting, el actor y el realizador tuvieron sus rispideces cuando DiCaprio creyó que había obtenido el papel de Jack Dawson sin necesidad de audicionar.

El momento tenso que se vivió en el casting de Titanic

Cuando el actor conoció a Cameron, seguro de que el rol era suyo, se encontró con otro escenario. “Hubo una reunión con Leo y luego hubo una prueba de pantalla con él”, rememoró Cameron. “La reunión fue divertida porque estaba yo sentado en mi sala de conferencias simplemente esperando a conocer a un actor. Cuando miro a mi alrededor, todas las mujeres de la oficina estaban ahí, todas querían conocer a Leo. Fue muy gracioso”. El cineasta dijo que la primera reunión fue positiva, y que DiCaprio le “encantó a todo el mundo”, por lo que le pidieron que volviera para una lectura con Winslet, que ya había sido contratada. En esa instancia, se generó una situación tensa.

“Volvió un par de días después y yo tenía la cámara preparada para grabar el video”, apuntó el director. “Él no sabía que iba a hacer una prueba, pensó que era otra reunión para conocer a Kate, así que le dije: ‘Ok, vamos a ir a la habitación de al lado, hacemos unas líneas y las voy a grabar’. Y él dijo, ‘¿Quieres decir que voy a tener que leer?’. Le dije, ‘Sí’ y él dijo, ‘Oh, yo no leo.’ Le di la mano y le dije: ‘Gracias por venir’”, continuó.

“Enseguida él me dijo: ‘Esperá, esperá, esperá. ¿Si no leo no consigo el papel? ¿Así de simple?’ Y yo le dije: ‘Sí ¡Vamos! Esta es una película gigantesca que a mí me va a llevar dos años de mi vida mientras que tú vas a estar afuera haciendo otros cinco proyectos durante el tiempo en el que yo trabaje en la postproducción. Esa es la razón por la que no voy a fastidiarme y tomar una decisión equivocada en el casting, por lo que vas a leer o no vas a conseguir el papel”, contó el realizador de Avatar.

Una vez superado el entredicho, DiCaprio aceptó leer las líneas de diálogo, aunque con fastidio: “Arrancó y fue como si cada gramo de todo su ser impusiera un sentido negativo al momento, hasta que dije, ‘Acción’. Entonces se convirtió en Jack”, explicó el director. “Kate se iluminó y representaron la escena. Se habían abierto nubes oscuras, y un rayo de sol bajó e iluminó a Jack. Yo dije: ‘Muy bien. Es él el elegido”.