El actor Armie Hammer reaparece tras haberse alejado del ojo público y estar trabajando como vendedor en las Islas Caimán, habló del escándalo que lo persigue desde hace dos años cuando salieron a la luz conversaciones suyas que evidenciaban su fetichismo sexual con prácticas caníbales, y que desembocaron en acusaciones de abusos sexuales por varias mujeres, incluida una violación, por la que le investigó la Policía de Los Ángeles.

En entrevista con Air Mail, Hammer admite que abusó emocionalmente de sus exparejas pero negó que las haya violado, dice ahora que las “dinámicas de poder” con sus exparejas estaban desequilibradas porque él era una estrella, y reconoce que abusó emocionalmente de ellas, pero reduce su comportamiento a lo que describe como ser “estúpido” y “egoísta”.

El intérprete de “Call me by your name” rechaza la acusación de violación por parte de una mujer que fue su pareja, identificada como “Effie”, y asegura que se trató de algo que describe como una “escena no consensual consensuada” en la que ella supuestamente planeó “todos los detalles”.

Asegura que se ha sometido a tratamiento y que está agradecido por su “recuperación”, pero también lanza una crítica a la “cultura de la cancelación” que, opina, no da una “oportunidad a la rehabilitación”.

El abuso que cambió la vida de Armie Hammer

Armie Hammer revela que sufrió abuso sexual por parte de un sacerdote cuando tenía 13 años y considera que así se originó su interés por las prácticas de sumisión y dominación sexuales conocidas como BDSM.

“Con lo que me ocurrió lo que hice fue introducir la sexualidad en mi vida de una manera de la que no tenía el control. Estaba indefenso ante dicha situación. No tenía voz en la situación. Me introdujeron en la sexualidad de una manera terrorífica y en la que no tuve control”, confesó.

El actor dio de qué hablar el año pasado, con el estreno de la docuserie “House of Hammer”, basada en la historia de su familia y donde se daba voz a dos de sus exparejas, Courtney Vucekovich y Julia Morrison, que ratificaban las acusaciones de abuso de otras mujeres.

Para Armie Hammer fue tan fuerte enterarse de que lo estaban acusando de violacion, que por su mente pasó suicidarse en el mar.

“Caminé hacia el mar y nadé lo más lejos que pude con la esperanza de ahogarme, de ser golpeado por un barco o comido por un tiburón” pero “luego me di cuenta que mis hijos seguían en casa y no les podía hacer eso”.