Tras la muerte del  cantante Julio Ángel, sus vástagos  desean recordarlo por su legado musical y como un hombre feliz, sin enfocarse en las notas altas y bajas que pudo tener su bolero personal en los pasados años.

Así lo expresó el hijo menor del artista,  Alejandro Acevedo en entrevista con Primera Hora. Además,  confirmó que su padre, de 70 años de edad, murió esta madrugada en un hospital de Miami tras perder su batalla con un mieloma múltiple, un tipo de cáncer de la médula ósea que se produce por una degeneración maligna de las cé­lulas plasmáticas.

“El cáncer estaba avanzado. Él  tenía mieloma múltiple, que es  un tipo de cáncer en la sangre. Papi tuvo un stroke isquémico (un tipo de derrame cerebral) hace dos años. De eso salió bien, aunque se le afectó el habla y algunas funciones motoras, pero  de eso se recuperó”, explica Alejandro Acevedo, de 33 años de edad.

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En compañía de sus otras dos  hermanas Everling  y Yashira, el joven indica que “a papi lo voy a recordar contento, feliz, disfrutándonos su música. Como saben de su historia, tiene que ver con e l rock n roll de la nueva ola,  bohemias y los boleros. Las conversaciones que tenía con él tenían que ver con sistemas de sonidos  y las películas de cine”.

“Lo que me gustaría es que la  fanaticada recuerde a papi mediante su música que ese es su legado.  A nosotros como hijos  nos deja cosas más personales y  para el público  lo importante es su música y esa es su aportación al mundo”, sostiene.

En cuanto a las diferencias con su  hermano mayor Julio Ángel, Jr., Alejandro  no quiso enfocarse en lo negativo y si aclaró que “él no logró viajar para acá, pero si ha estado  en comunicación conmigo y tuvo  comunicación con papá”.

“Las puertas siempre estuvieron abiertas para venir  para acá y cada cual toma las decisiones de qué hacer, y se respetan. De acuerdo a los revoluses y cosas que hayan pasado, eso no viene al caso. Lo importante es recordar a papá (de manera positiva)”, precisó vía telefónica.

En cuanto al velatorio del cantante, contemplan hacer algo privado en Miami y una misa para el público en Puerto Rico.