En varias oportunidades, Jada Pinkett Smith habló sobre su difícil relación con su marido, Will Smith, y los momentos desafiantes que atravesó junto a él. Ahora, la actriz está dispuesta a poner por escrito en un libro la historia de su “complicado matrimonio”.

Sus memorias, que aún no tienen título, serán publicadas en 2023. En ellas estarán las “lecciones aprendidas en el curso de un viaje difícil, pero fascinante. Una montaña rusa desde las profundidades de la depresión suicida hasta las alturas del redescubrimiento personal y la celebración del auténtico poder femenino”, se lee en el anuncio hecho por Dey Street, un sello editorial de HarperCollins que se encargará de editar el material.

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Según el anuncio, la mujer relatará su “educación poco convencional en Baltimore”, su amistad con el fallecido rapero Tupac Shakur, su historia de amor con Smith y sus experiencias con la maternidad. “En una crisis que tuvo a los 40 años, Jada relata las insoportables decisiones que se vio obligada a tomar para redefinir su vida en todos los sentidos”, dijo la editorial.

En 2018, en el programa familiar de los Smith, Red Table Talk, donde se explayan sobre su cotidianidad y repasan momentos turbulentos de sus vidas, la actriz confesó que nunca quiso casarse con Will. “Me forzaron y fue horrible”, aseguró, con su marido presente.

Jada confesó haber “llorado en todo el camino hacia el altar” y habló de una inmensa presión para contraer matrimonio con el protagonista de “King Richard”. “Estaba muy presionada, era una actriz joven, estaba embarazada y no sabía qué hacer, pero nunca quise casarme”, ratificó Pinkett Smith, quien en ese momento estaba en la espera de su primer hijo, Jaden.

Will y Jada se casaron el 31 de diciembre de 1997 en Baltimore, Maryland, y al año siguiente nació Jaden, quien ahora tiene 23 años. En 2000, la pareja recibió a Willow, de 21.

Adicción a la pornografía

Tiempo después, la actriz también confesó que fue adicta a la pornografía y alertó sobre dicha patología. “Era poco saludable lo que hacía, tenía una relación con la pornografía que no me hacía bien, he llegado a consumirla cinco veces al día”, reveló, y brindó detalles sobre cómo el momento de su vida en el que se encontraba la condujo a lo que ella considera, en retrospectiva, una “adicción”, término que asegura no emplear “a la ligera”.

Pinkett, antes de casarse con Smith, estaba atravesando una compleja etapa, en la que consumía drogas y mantenía relaciones sexuales compulsivamente. Por lo tanto, intentó frenar esas adicciones con la pornografía. “Quería practicar la abstinencia, y eso me condujo a establecer una relación poco sana con lo que miraba, me sentía vacía”, declaró en 2019.

Asimismo, Jada aseveró que cuando su hija Willow cumplió 11 años tuvo una charla franca con ella sobre el peligro del consumo de esa clase de material. “Somos muy abiertos en nuestra familia, nos gusta poner todos los tópicos sobre la mesa”, sumó, y explicó que los Pinkett Smith consideran que para que los vínculos se fortalezcan, hay que ser honestos en la comunicación. “Es la única manera posible”, remarcó Jada, quien incluso le confesó a Will que le había sido infiel con August Alsina, amigo de su hijo.

“Entre nosotros no hay secretos”, subrayó.

Asimismo, en 2014, Jada aseguró que “mantener una relación abierta” era la fórmula mágica para que su matrimonio pueda sostenerse en pie. La actriz contó que tanto ella como su esposo eran libres para salir con quienes quisieran, aunque eso no significara necesariamente que lo hicieran. “Tienes que confiar en tu pareja, al final del día yo no soy la vigilante de nadie. Will Smith es un hombre adulto”, aclaraba al tiempo que surgían rumores de una supuesta infidelidad del actor con Margot Robbie, su coprotagonista en “Focus: Maestros de la estafa”.