Roma. Laura Pausini sueña con alzarse con su primer Óscar a la mejor canción el próximo 25 de abril, una posibilidad que aún digiere, pues hasta hace poco ni siquiera había pasado por su cabeza, y que ha revolucionado su vida en el año más enrarecido.

La cantante italiana más internacional se ha colado en la lista de nominados por su canción “Io si”, escrita por Diane Warren para la película “La vita davanti a sé” (“The Life Ahead”), el regreso a la gran pantalla de la gran Sophia Loren a las órdenes de su hijo, Edoardo Ponti.

Un tema cargado de significado que Laura Pausini interpretará desde la azotea del Museo de la Academia de Hollywood en Los Ángeles (EE.UU.), al igual que el resto de candidatos a Mejor Canción original, en un programa especial antes de la gala, que este año transcurrirá entre estrictas medidas de seguridad por el coronavirus y para la que los artistas nominados han tenido que cumplir una cuarentena.

En la carrera por la estatuilla por la Mejor Canción competirá con los temas de otras aclamadas películas del momento, como “Judas and the black Messiah”, “The trial of the Chicago 7”, “Eurovision Song Contest: The story of Fire Saga” o “One night in Miami”.

La vida delante de laura

Pausini, de 46 años, lleva meses inmersa en una vorágine de emoción por esta canción que ya le ha valido un Globo de Oro y que podría convertirse en la primera en italiano en conquistar el Óscar.

“Me siento como una niña que abre una caja de caramelos que nunca terminan”, confesaba recientemente en un encuentro con la prensa.

La canción llegó a sus manos en un momento delicado. En enero del año pasado, tras concluir su gira del verano de 2019, pasaba una suerte de crisis creativa que le impedía escribir algo especial, una sensación que se acrecentó con el estallido de la pandemia en Italia un mes más tarde.

“Sentía que no servía para nada más, que no solo se había parado el mundo, sino también mi creatividad”, recordaba.

Fue entonces cuando recibió la propuesta de Warren y del director de la cinta y enseguida sintió ganas de adaptarla al italiano y cantarla.

Se embarcaba así, sin saberlo, en un proyecto que le ha llevado ni más ni menos que a la meca del cine y que condecora una carrera en la que ha vendido más de 70 millones de discos desde que se diera a conocer en el Festival de Sanremo hace casi tres décadas, en 1993, con su tema más famoso, “La solitudine”.

Y eso que sus sueños de infancia se limitaban a tocar por los bares italianos, emulando a su padre Fabrizio, su verdadera sombra y ancla en toda promoción o proyecto que emprenda.

Su nuevo disco tendrá que esperar

Su triunfo en los Globos de Oro la hizo enloquecer, pero la idea de alzarse con el Óscar ya fue el delirio. Tal es así que ha frenado la creación de su próximo disco debido a las continuas ruedas de prensa, entrevistas y promociones que ha tenido que afrontar.

Por eso no cree que este nuevo y esperado trabajo discográfico esté listo en este año. Por el momento ha recibido quinientas propuestas que escucha antes de dormir y se ha limitado a seleccionar unas doscientas, de las que como mucho quedarán treinta.

Entre los futuros temas habrá baladas, rock y pop, y aunque promete “sonidos nuevos”, descarta el reguetón, un estilo que aprecia y escucha, pero que reconoce que no va con su timbre de voz.

El rojo de la suerte

Pausini lleva tiempo pensando en la ceremonia de los Óscar del próximo 25 de abril, pospuesta dos meses para esquivar al virus. Y, cómo no, una de las cuestiones más importantes ha sido elegir el vestido con el que pisará por primera vez su alfombra roja.

La etiqueta del vestido que luzca irá firmada por Pierpaolo Picciolini, director creativo de Valentino, habitual en su armario y que ha confeccionado las prendas de su promoción de la película.

El modisto, nada más enterarse de su nominación, le envió un mensaje en el que amenazaba: “Ya tengo ideas”.

Las opciones pasarán por dos colores: el fucsia o el rojo. Este último fue su apuesta para esperar el veredicto de los Globos de Oro y, como se pudo comprobar aquella noche, le dio suerte, la misma que la cantante espera tener en el Dolby Theatre de Los Ángeles.