LA HABANA, Cuba.- Misión cumplida para Gilberto Santa Rosa.

El debut del “Caballero de la Salsa” en tierras cubanas se consumó por todo lo alto el lunes en la noche, con un concierto gratuito de cierre en La Habana que superó las expectativas y puso a gozar a decenas de miles de cubanos, quienes abarrotaron el Malecón capitalino para ver a uno de los mayores ídolos de la historia de la salsa.

Por dos horas el salsero boricua deleitó a sus fanáticos, incluyendo al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, con un recorrido por sus más grandes éxitos y un coqueteo con sus mejores boleros, los cuales fueron cantados a capela por la multitud.

No faltaron los clásicos cubanos de su repertorio, en una jornada en la cual entregó 20 canciones a un público que desde tempranas horas de la tarde comenzó a alienarse para ocupar las primeras filas frente a la tarima.

Contrario a lo que ocurrió en Varadero el sábado, en el concierto inicial de su primera visita a Cuba, el sonido se comportó a la altura y los habaneros abarrotaron el Malecón, aprovechando que la presentación era gratuita.

La presentación fue transmitida a todo el país por el canal En Clave, en alta definición.

El concierto arrancó con el tema “Déjate querer” y luego Santa Rosa lanzó el primer guiño al pueblo cubano, al cantar “Un montón de estrellas”, uno de los temas más queridos en Cuba, de la autoría del fenecido cantautor Polo Montañez.

El público ya estaba enganchado, por lo que al entregar los números “Conciencia” y “Yo no te pido”, la dinámica de la noche se había cuajado.

“Saludos a esta bendita isla, que me recibió con el cariño de un hermano que llega. No tengo palabras para expresar el agradecimiento. He vivido una gran experiencia en esta isla, gracias”, dijo Santa Rosa en sus primeras palabras a los habaneros.

Entonces siguieron los súper éxitos “Me volvieron a hablar de ella”, “Sin voluntad” y “Mal herido”, escritos por el panameño Omar Alfano.

Al igual que en Varadero, Santa Rosa cantó el clásico “Derroche” (“Besos, ternura, qué derroche de amor, cuánta locura”), seguido de “Almas gemelas” y “Que manera de quererte”.

Como había anunciado, el cantante provocó al público con algunos de sus más sonados boleros y contó de manera jocosa por qué le gusta tanto ese género musical.

“A los cinco años sufrí una decepción amorosa. Fue en ese entonces que empecé a cantar boleros. Había una niña que me gustaba y se me ocurrió que cantándole boleros llamaría la atención, pero a ella no le gustó. Afortunadamente yo seguí cantando y aquí estoy cantando para ustedes”, contó un relajado Santa Rosa al gentío, antes de entonar “Mentira” y “Si te dijeron”.

Entonces llegó el momento pico de la noche. Sonaron los acordes del tema “Lluvia”, de autoría del cubano Adalberto Álvarez y que Santa Rosa grabó en sus años en la orquesta de Willie Rosario.

Subió a la tarima el artífice de los dos conciertos del salsero boricua en Cuba, el cantante cubano Isaac Delgado, quien acompañó a su pana boricua y le dedicó el coro “¡te queremos, te queremos, Gilberto te queremos”.

“Yo subí a la tarima a decirle a Gilbertito que en Cuba te queremos”, dijo Delgado lleno de alegría.

El concierto entró en la recta final con los temas “Suma y resta”, “Amor mío no te vayas”, “Vivir sin ella”, “No quiero na regalao” y “Perdóname”.     

“Ha sido un honor para nosotros estar aquí, en esta tierra y en este lugar. Gracias por tanto cariño y espero que sea la primera de muchas veces que podamos volver”, sostuvo Santa Rosa, antes de cantar el bolero “Que alguien me diga”, la salsa “La agarro bajando” y cerrar la velada con el clásico cubano “Canto a La Habana”.

Fue un concierto memorable, de esos que marcan a la gente, y los habaneros se marcharon convencidos de que todo lo que habían escuchado de Gilberto Santa Rosa es más que cierto.