Un Llanto de mar, como el título de su primera composición, invadió simbólicamente hoy jueves a las 3:05 de la tarde la Unidad de Cuidado Intensivo del hospital Auxilio Mutuo, en San Juan, al ocurrir  el fallecimiento de Benito de Jesús Negrón.

Pero Don Beno, como lo llamaban de cariño sus allegados, “murió muy feliz; sus últimas palabras fueron de humor”, informó a este diario su médico de cabecera, Eduardo Ibarra.

“Ayer en la noche estaba tan y tan contento, bromeando conmigo, se veía muy bien, en recuperación, pero tener 97 años de edad es un factor que ha sido determinante”, explicó Ibarra, quien se mantuvo al lado de De Jesús desde que fue internado en ese hospital esta semana.

El galeno subrayó que el fallecido cofundador del Trío Vegabajeño luchaba contra una infección generalizada que produjo una respuesta inflamatoria en todo su cuerpo. Aparte de esa condición, se encontraba bien de salud, atisbó.

Anticipó a este rotativo que el deceso abatió a los hijos de Benito, Glorita, Carlos Alberto y Benito, hijo, y que éstos  están organizando el velatorio en la funeraria Ehret, en Río Piedras, donde probablemente se expondrán los restos esta noche.

Benito de Jesús fue uno de los escritores de canciones típicas puertorriqueñas, navideñas y románticas más prolíficos del siglo XX. Nuestro juramento, Sigamos pecando y La copa rota, un ya clásico en la voz de Felipe Rodríguez y José Feliciano, entre otros cantantes, son algunos de los títulos que le han merecido reconocimiento internacional.

Nacido en Barceloneta el 25 de octubre de 1912, el también guitarrista y cuatrista es autor, además, del “himno navideño” Cantares de Navidad, tema conocido como El ramillete.

Su fama comenzó en la década de 1940 con diversas agrupaciones y como solista en cantinas y festividades de pueblo, según contó al suplemento Historia de la Salsa de Primera Hora.

En esa época, durante una visita al programa radial Tribuna del arte, con Rafael Quiñones Vidal, se formó el llamado Trío Nacional de Puerto Rico al cantar juntos De Jesús, Fernando Álvarez Lomba –fallecido el 9 de febrero de este año–, y Octavio González,  sustituido al poco tiempo  por José “Pepito” Maduro, quien murió en 2004.

Será velado desde mañana

Se informó que desde mañana viernes 25 de junio desde las 9:00 de la mañana estará expuesto en capilla el cuerpo del compositor y músico en la Funeraria Ehret en Río Piedras.

El entierro será el sábado 26 de junio en su pueblo natal Barceloneta, detalle que se está coordinando y el cual se habrá de anunciar más adelante.

Se expresa el Gobernador

El gobernador Luis G. Fortuño envió sus condolencias por la muerte del cantante y compositor Benito de Jesús. 

“Les expreso mis más sinceras condolencias a la familia y amigos de Benito de Jesús. Hombre trabajador que recordaremos por ser uno de los fundadores del inigualable grupo Trío Vegabajeño, al igual que compositor de reconocidas canciones como “Nuestro Juramento” y “El Ramillete”, señaló el Primer Mandatario en un comunicado.

El Gobernador agradeció su aportación artística a la cultura puertorriqueña.

A continuación un Autorretrato publicado por Primera Hora el sábado 5 de julio de 2008:

Benito de Jesús: Alma joven de melodiosos éxitos

Karol Joselyn Sepúlveda / Primera Hora

“No tengo arrugas y no soy un viejo pellejú de esos”.

A sus 95 años el compositor Benito de Jesús no tiene una receta para la longevidad. Su perfecto estado de salud, tanto físico como mental, se la atribuye a Dios, “quien también me dio la inspiración para escribir tantos temas”.

El prolífico músico barcelonetense mantiene una sonrisa en todo momento, que en armonía con su abundante cabellera poblada de canas, destila gestos de ternura.

“Mira mi cutis, no tengo arrugas”, se enorgullece el anciano, que en ocasiones sube el tono de voz cuando se exalta al hablar de algún recuerdo.

Don Beno, como le llaman, proviene de una humilde familia. Nació un 25 de octubre de 1912 y creció en Barceloneta, específicamente a la altura del Cruce Dávila, en plena PR-2.

“Fueron tiempos muy duros”, explica el creador de unas “200 o 300” letras, las que dejó de contar hace mucho.

Llegó hasta el octavo grado en la escuela Rafael Balseiro Maseira, pero su sabiduría y habilidad para la composición romántica denotan una destreza autodidacta.

Prueba de ello han sido sus innumerables éxitos, entre los que se destacan “La copa rota”, “Nuestro juramento” y “Sigamos pecando”.

Su salto a la popularidad se dio en los años 40 cuando, luego de destacarse tanto en solitario con su guitarra, como en agrupaciones regionales, llegó hasta el desaparecido programa “Tribuna del arte” con don Rafael Quiñones Vidal.

“Un día estando con Rafael Quiñones Vidal llegaron Fernandito Álvarez y Octavio González y me dijo: ‘Ven, ayúdame a montar unos numeritos’ y ahí nació el trío nacional de Puerto Rico, el Trío Vegabajeño. El nombre nos lo puso el propio Quiñones Vidal”, rememora el padre de Glorita, Benito y Carlos Alberto.

Junto a este conjunto fue que la pluma del compositor no tuvo descanso. Cuenta que al poco tiempo de unirse al afamado trío -que plantó bandera en diferentes plazas latinoamericanas- grabó su primer tema, “Llanto de mar”.

“El mar le dijo a la luna que tenía celos, porque la vio acompañada de un guapo lucero. Una novia caprichosa se sintió ofendida, porque siendo tan fiel y amorosa, el mar la celaba sin tener razón”, entona don Benito de Jesús desde la comodidad de su butaca reclinable en una sala atestada de reconocimientos y cuadros que evidencian una brillante trayectoria.

Con el Trío Vegabajeño tuvo la oportunidad de visitar las tropas dispersas por St. Thomas, Antigua, St. Lucía, Aruba, Trinidad & Tobago, Islas Galápagos y Panamá.

Al poco tiempo salió Octavio González de la agrupación y en su lugar se integró Pepito Maduro.

La disolución del “Trío Nacional de Puerto Rico” ocurrió en 1967, luego de 25 años de hacer suspirar al público con sus melodiosas voces y escribir una página en el cancionero boricua.

Los tres integrantes se juntaron posteriormente, pero sólo para algunas actividades privadas.

Sus días sin Gloria

Don Benito de Jesús no pasa un día sin que llegue a su memoria algún recuerdo de Gloria. Y no es de extrañar, pues pasó 67 años junto a quien fuera su esposa.

“Se me quedó dormida en el 2001. Fue un golpe muy grande...”, explica reflexivo el envejeciente, quien encontró en esa mujer su mayor inspiración.

Comparte que su éxito “Nuestro juramento”, vocalizada por varios exponentes, entre ellos el mexicano Vicente Fernández y el ecuatoriano Julio Jaramillo, fue en honor a ella.

“Tú sabes que de los artistas a la gente le gusta estar hablando. Cuando salía para San Juan ella me daba un beso antes de irme. Un día la noté un poco triste, porque le habían llevado un cuento de que yo andaba con alguien, y cuando me despedí, ella quiso repeler el beso. Eso hizo que yo me fuera triste también. Cuando venía de camino en el carro la primera frase que me salió fue: ‘No puedo verte triste porque me matas...’. Una vez en casa le dije que le iba a componer un tema y se lo comencé a cantar. Se me tiró encima a llorar y lloramos los dos”, manifiesta sin despegar la mirada de una foto de Gloria.

A siete años de no estar con ella, don Benito de Jesús exhibe en una temblorosa mano izquierda su anillo de bodas.

La primera vez que la vio, expresa, “era sólo una muchacha de 15 años y ya yo había cumplido 22. Yo le hice una guiñaíta... y pa’ qué fue eso. Ella misma dijo: ‘¿Qué se cree este jíbaro?’ (Ríe) Pero la guiñaíta tuvo su efecto”.

Hace unas semanas, el también guitarrista, cuatrista y güirero, fue homenajeado con el “Concierto de oro para Benito de Jesús”, realizado en el Centro de Bellas Artes de Caguas.

Allí estuvieron Chucho Avellanet, Ida Claudio, Carlos Roig, David Ortiz Angleró y el trío Los Cancioneros, pero el momento más emotivo lo protagonizó su nieto Waldemar.

De la voz del joven escuchó la grabación de su composición “Con tinta sangre”, en la que reitera “el juramento” que le hizo a su esposa antes de morir.