Hay quienes dicen que la edad está en la mente y el corazón, pero seamos realistas, después de la curvita de los 50 nuestros cuerpos no tienen la resistencia de antaño.

Ya empiezan a darse una serie de procesos en el organismo y la tolerancia del cuerpo a ciertas actividades comienza a disminuir. 

Entre ellas, el consumo de alcohol se convierte en un asunto al que debemos prestar atención, particularmente en días como el de hoy, cuando pasaremos la Nochebuena como dice la canción: “...comiendo pasteles y lechón asa’o, y dándome unos palitos”.

 Y es que aunque el consumo de licor sin moderación (sobre tres tragos al día) puede ser peligroso para gente de cualquier edad, lo es más para los “baby boomers”.

 Según Frederick C. Blow, catedrático de Psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan (EE.UU.), considerado un experto en alcohol y edad, citado por el diario español El País, “incluso consumido en poca cantidad, el alcohol puede resultar problemático para las personas mayores”.

 “Debido a una sensibilidad cada vez mayor y a una tolerancia cada vez menor a medida que se envejece, una cantidad más pequeña de alcohol puede tener un efecto mayor. La gente mayor tiene problemas con dosis de alcohol que no serían un problema para una persona más joven”, explicó el catedrático.

Además del consumo desmedido de calorías que pueden remplazar nutrientes, el adulto mayor corre el riesgo detener niveles más altos de alcohol en sangre con más rapidez y mantenerlos durante más tiempo que las personas más jóvenes. Eso puede significar también mayores niveles de azúcar en la sangre, algo que puede tornarse en una situación más seria al considerar la cantidad de carbohidratos que se ingerirán hoy (arroz, pasteles, ensalada de coditos, de papa...). 

Otros peligros asociados a la ingesta de alcohol en adultos mayores incluyen un mayor riesgo de caídas y accidentes de carro, disminución de la memoria a corto plazo, deterioro de condiciones ya existentes e interacciones con medicamentos que pueden reducir la eficacia de algunos fármacos y aumentar los efectos tóxicos de otros.

Así que la palabra clave para hoy, particularmente esta noche, es moderación, ya sea con la comida, pero mayor moderación con el alcohol.