Washington. El sistema de ayuda por desempleo en Estados Unidos se está viendo cada vez más frágil, ya que el pago de 300 dólares semanales adicionales aprobado por el gobierno federal se agotará pocas semanas después de haber comenzado y millones de desempleados están llegando al fin del periodo en el que pueden recibir la prestación estatal.

La mayoría de los estadounidenses que agotan sus prestaciones estatales por desempleo —usualmente luego de seis meses— pasarán a un programa federal de emergencia que provee 13 semanas adicionales de ayuda. Pero enfrentan un plazo inminente: Para el final de año expirarán casi todas las ayudas federales por desempleo. A menos que el Congreso extienda esos programas, millones de estadounidenses desempleados pudieran verse sin nada.

Sus tribulaciones ocurren con el trasfondo de un mercado laboral sacudido por 13 millones de desempleados y con un ritmo de despidos aún elevado seis meses después que la pandemia de coronavirus frenó la economía. Las solicitudes de pagos por desempleo subieron inicialmente en la semana del 21 de marzo, cuando sumaron 3.3 millones, y entonces crecieron a más del doble la semana siguiente para un récord de 6.9 millones. Eso significa que cualquier persona que comenzó a recibir prestaciones del estado por desempleo tendrá que pasar a un programa federal de emergencia en las próximas semanas.

Un portavoz de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, que administra el pago adicional de 300 dólares semanales, dijo el jueves que la agencia está proveyendo fondos para cubrir seis semanas, desde el inicio de agosto hasta el final de esta semana, sin que se vislumbre una extensión.

Casi todos los estados han solicitado participar en el programa federal de 300 dólares. Pero solamente 17 han conseguido actualizar sus sistemas de computadoras para distribuir los pagos. Como resultado, aunque muchos estados casi seguramente emitirán cheques por varias semanas, el dinero será retroactivo a inicios de agosto y solamente cubrirá hasta mediados de septiembre.

El programa de 300 dólares semanales de ayuda por desempleo fue creado por una orden ejecutiva el mes pasado luego de que expiró una versión más generosa adoptada por el Congreso y Trump y de que los legisladores no consiguieron un acuerdo sobre un nuevo paquete de ayuda.

Hasta el final de julio, las personas que quedaron desempleadas en la pandemia estaban recibiendo 600 dólares semanales, aparte de las prestaciones de sus estados. Para muchos, el cheque federal de 600 dólares excedía los pagos de sus estados y los mantuvo a flote mientras se derrumbaba la economía. Pero los republicanos en el Congreso se oponían al pago de 600 dólares, diciendo que era tan elevado que desalentaba a las personas a buscar empleo.

El jueves, los senadores demócratas bloquearon una propuesta que habría extendido el pago adicional de 300 dólares y habría proveído más dinero para las escuelas. Los demócratas preferían una restauración del pago de 600 dólares semanales, además de más dinero para estados, localidades y negocios pequeños.

También el jueves, el Departamento de Trabajo reportó que las solicitudes de ayuda por desempleo se mantuvieron sin cambios la semana pasada, en 884,000, y el número de trabajadores desempleados que solicitaron ayuda bajo un programa separado para autoempleados y trabajadores por contrato aumentó. Las cifras indicaron que las compañías siguen eliminando un número inusualmente grande de empleos.

Otra evidencia reciente indica que la mejora del mercado laboral pudiera estarse debilitando tras fuertes ganancias en la primavera y la mayor parte del verano. El número de personas que solicitan ayuda por desempleo cada semana supera ampliamente el número de las que lo hicieron en cualquier semana antes de este año.