El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este jueves un cambio de nombre al frente del Departamento de Coordinación de respuesta a la pandemia del COVID-19, en un momento en que el país ha regresado prácticamente a la normalidad total.

Jeff Zients, quien ha dirigido los esfuerzos contra el virus desde la Casa Blanca durante los pasados 14 meses, será sustituido por Ashish Jha, informó la Casa Blanca en un comunicado.

Jha es una de las figuras más destacadas sobre salud pública en Estados Unidos y es ya conocido por parte de la opinión pública estadounidense gracias a sus intervenciones en televisión, indicaron desde el Gobierno.

Según la Universidad de Brown, Jha es médico, investigador de políticas de salud y el tercer decano de la Escuela de Salud Pública de la institución universitaria. Antes de unirse a Brown, fue el profesor de salud global en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard y director del Instituto de Salud Global de Harvard (HGHI, por sus siglas en inglés).

“Es reconocido mundialmente como experto en preparación y respuesta ante pandemias, así como en investigación y práctica de políticas de salud. Ha dirigido investigaciones innovadoras sobre el ébola y ahora está en la primera línea de la respuesta al COVID-19, liderando análisis nacionales e internacionales de cuestiones clave y asesorando a los responsables políticos estatales y federales”, lee la página web de la Universidad de Brown.

Biden agradeció al cargo saliente, Zients, que durante el último año haya formulado y ejecutado los planes para construir la infraestructura necesaria en la lucha contra la pandemia, así como fomentar las pruebas, el tratamiento y el uso de mascarillas.

Pese a felicitarse por la mejoría sustancial que ha experimentado Estados Unidos durante las últimas semanas con relación a la pandemia, Biden indicó que hay que mantener los esfuerzos para que más gente se vacune, vacunar a los niños más pequeños y proteger a la población más vulnerable frente al coronavirus.

Estados Unidos camina hacia la casi normalidad, con solo el 65.2% de su población completamente vacunada y siendo el país con más muertos por el COVID-19, cuando se cumplen dos años de pandemia, tiempo en el que ha quedado patente la falta de confianza de los ciudadanos en los mensajes del Gobierno.

Quizás la señal más evidente de que el país se acerca a la casi normalidad es el levantamiento en varios estados de los mandatos de llevar mascarilla en sitios públicos cerrados.

Aun así, las cifras de muertos diarias siguen superando los 1,000 y los contagios al día oscilan en números próximos a los 50,000, pese a su descenso constante.

Durante estos dos años, Estados Unidos ha estado aprendiendo a convivir con un virus que se ensañó con esta nación, la más castigada del mundo por el virus, aunque teóricamente era la más preparada para hacer frente a una pandemia.