Un nuevo récord diario de la COVID-19 estableció este sábado Florida, con 11,458 casos, en medio de una celebración de la Independencia estadounidense con toques de queda, cierres de playas y restricciones de bebidas debido a la alarmante tendencia de la pandemia en el sureste del estado.

La cifra divulgada hoy por el Departamento de Salud de Florida es la más alta desde que el Gobierno comenzó a contabilizar los casos el pasado 1 de marzo.

Desde entonces, en Florida han muerto un total de 3,702 personas (18 más que ayer) y se han contagiado 190,052.

El récord anterior de casos diarios fue el jueves con 10,109 en medio de la visita al estado del vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, el delegado del presidente Donald Trump para liderar la atención a la pandemia y quien elogió ese día como “innovadora” la estrategia del gobernador Ron DeSantis para detener la propagación de la COVID-19.

Miami-Dade, en donde de nuevo rige a partir del viernes un toque de queda entre las 10:00 de la noche y las 6:00 de la mañana, es el condado más afectado, con 1,038 muertos y 44,729 personas contagiadas, 2,418 más que ayer.

Además de este condado, la situación también es preocupante en Broward, con 409 fallecidos y 19,575 casos, y Palm Beach, con 541 y 16,149, respectivamente.

Estos tres condados del sureste floridano decretaron el cierre de playas durante este fin de semana festivo para tratar de frenar la propagación de la COVID-19, y lo mismo hicieron otros vecinos como Monroe, para evitar la llegada de masas de bañistas.

En medio del temor de una crisis hospitalaria ante la alarmante tasa de positivos, que se ha disparado, las autoridades locales han reforzado el llamado al uso de máscara, algunas lo han hecho obligatorio, so pena de multas, mientras el gobernador DeSantis se resiste a hacerlo, al considerar que la gravedad de la pandemia no es la misma en los diferentes condados.

En las últimas 24 horas se registraron 244 hospitalizaciones más, al pasar de 15,491 a 15,735, según los datos actualizados de la página del Gobierno de Florida, que no detalla aún la ocupación actual, pese a varios pedidos.

El senador republicano Marco Rubio urgió esta semana al Gobierno de Trump, padrino político de DeSantis, a proveer información sobre ocupación y disponibilidad de camas para pacientes de la COVID-19 y a ampliar la capacidad de hacer pruebas con el fin de facilitar el manejo de la pandemia.

El senador cubano-estadounidense, que representa a Florida en Washington, instó a hacer un “cambio de enfoque” en la información que suministra el Gobierno, para incluir también el número de camas disponibles y ocupadas en las unidades de cuidados intensivos de los centros hospitalarios.