Washington. El presidente Joe Biden podría emitir una orden ejecutiva el viernes para trasladar unos 7,000 millones de dólares de los activos del Banco Central afgano congelados al sistema bancario estadounidense para financiar la ayuda humanitaria al país y compensar a las víctimas de los ataques del 11 de septiembre de 2001, según un funcionario estadounidense familiarizado con la decisión.

La orden exigirá a las instituciones financieras estadounidenses que faciliten el acceso a 3,500 millones de dólares de los activos para cubrir la ayuda y las necesidad básicas de los afganos. Los otros 3,500 millones seguirán en Estados Unidos y se emplearán para financiar los litigios en curso de las víctimas estadounidenses del terrorismo, agregó el funcionario, que habló bajo condición de anonimato porque la decisión no había sido anunciada formalmente.

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La financiación internacional a Afganistán se suspendió y los miles de millones de dólares de activos de Kabul en el extranjero, principalmente en Estados Unidos, quedaron congelados cuando el Talibán tomó el control de la nación a mediados de agosto.

La economía afgana, que ya arrastraba problemas desde hacía tiempo, está en caída libre desde entonces. Casi el 80% del presupuesto del anterior gobierno de Kabul procedía de la comunidad internacional. Esas partidas, que ahora se han suspendido, servían para financiar hospitales, escuelas, fábricas y ministerios. La desesperación por cubrir las necesidades básicas se ha exacerbada por la pandemia del COVID-19, además de por la escasez de atención médica, la sequía y la desnutrición.

Según el funcionario, los tribunales estadounidenses en los que las víctimas del 11-S han presentado denuncias contra el Talibán también tendrán que tomar medidas para que las víctimas sean indemnizadas.

Se espera que Biden firme la orden ejecutiva más tarde el viernes.

El diario The New York Times reportó primero la nueva iniciativa presidencial.