El expresidente de la Cámara de Representantes federal, Kevin McCarthy, renunciará a su escaño en el Congreso dos meses después de su histórica destitución.

La revelación de su dimisión, que se concretará a finales de este mes de diciembre, la hizo a través de un artículo de opinión publicado en el Wall Street Journal.

“Nunca dejaré de luchar por este país que amo tanto. A todos aquellos que me han apoyado a través de los años, especialmente a nuestros electores, gracias desde el fondo de mi corazón”, dijo luego en un vídeo colgado en las redes.

McCarthy hizo historia en octubre cuando un contingente de conservadores de extrema derecha lo convirtió en el único presidente de ese cuerpo que ha sido destituido del cargo.

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El legislador dijo entonces que nunca consideró dimitir y que en los comicios legislativos de 2024 iba a optar a renovar su escaño como representante del distrito 20 de California y “ampliar la mayoría” que los republicanos tienen en la Cámara.

En las elecciones de medio mandato de noviembre de 2022, los conservadores se hicieron con el poder de la Cámara, donde tienen 221 escaños, frente a los 212 de los demócratas.

No obstante, en la columna en el diario The Wall Street Journal, McCarthy dijo que abandona la Cámara de Representantes, pero “no la pelea” para “servir a Estados Unidos de otra manera”.

“Sé que mi trabajo apenas comienza. Continuaré reclutando a los mejores y más brillantes de nuestro país para postularse para cargos electos. El Partido Republicano se expande cada día y estoy comprometido a aportar mi experiencia para apoyar a la próxima generación de líderes”, sostuvo.

Nacido en California hace 58 años, había ejercido como líder de la minoría republicana en la Cámara Baja desde 2019, con la demócrata Nancy Pelosi como presidenta de la misma. Desde 2014 y hasta entonces, con los republicanos dirigiendo la Cámara y John Boehner y Paul Ryan como “speakers”, ocupó el cargo de “número dos” allí.

McCarthy nunca había sido una figura de pleno consenso: en 2015, con los republicanos liderando la Cámara, renunció por sorpresa a posicionarse en la cima de su partido en ese hemiciclo por falta de apoyos internos suficientes.