Washington. El expresidente de Estados Unidos Donald Trump volverá por segunda ocasión a ser protagonista de un juicio político en el Senado, esta vez acusado de incitar a la insurrección, en un proceso que contará con un “juez”, abogados de la defensa y “fiscales” distintos de su primer “impeachment”.

A continuación, las figuras claves en este proceso de destitución, que se iniciará este martes.

Donald Trump, el acusado

El republicano Donald Trump pasará a la historia como el primer mandatario estadounidense en ser sometido en dos ocasiones a un juicio político y por ser el primer expresidente que encara este proceso después de dejar el cargo.

Trump, que el 5 de febrero de 2020 fue absuelto por un Senado de mayoría republicana de los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso en su primer juicio político por presiones a Ucrania, está imputado en esta ocasión por “incitar a la insurrección” por el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero, que dejó cinco muertos.

Ese día, después de un discurso en el que Trump llamó a sus seguidores a marchar hacia la sede del Congreso, cientos de personas irrumpieron en el edificio mientras ambas cámaras celebraban una sesión conjunta para ratificar los resultados de las elecciones presidenciales de noviembre que dieron la victoria a Joe Biden.

Patrick J. Leahy, el árbitro

El veterano senador demócrata por Vermont Patrick J. Leahy será quien presida este “impeachment”, como se conoce en inglés al juicio político, a diferencia del primero, en el que hizo de árbitro el jefe del Tribunal Supremo, el juez John Roberts: el motivo es que Trump ya no está en la Casa Blanca.

Según la carta magna, los juicios políticos al jefe de Estado deben ser presididos por el jefe del Tribunal Supremo, pero en el caso de procesos a otros funcionarios Leahy ha defendido que “históricamente” es el “presidente pro tempore” del Senado quien los preside.

El “presidente pro tempore” es el senador más veterano del partido que controla la Cámara Alta, con lo que Leahy, de 80 años y que fue elegido por primera vez en 1974, ejerce esta responsabilidad desde que los demócratas se hicieron con la mayoría en enero pasado.

Según The New York Times, Leahy podría decidir sobre la admisión de pruebas o si la Constitución permite enjuiciar a un expresidente; además de ejercer como miembro del “jurado” en el proceso a la hora de votar una “sentencia”.

Jamie Raskin, el “jefe de los fiscales”

El congresista demócrata por Maryland Jamie Raskin estará al frente del equipo de “fiscales” en el juicio político.

Raskin declaró al diario The Washington Post que la pérdida de su hijo, Tommy, quien se suicidó una semana antes del asalto al Capitolio, es su inspiración.

“Soy profesor de Derecho Constitucional (…) No voy a perder a mi hijo a finales de 2020, y perder a mi país y mi república en 2021. No va a pasar”, dijo Raskin sobre su motivación para encabezar el equipo acusador.

Este licenciado en la Escuela de Leyes de Harvard, profesor de derecho durante más de 25 años y autor de varios libros, ya ha dado sus primeros pasos como “jefe de los fiscales”, cuando esta semana pidió a Trump que testificara bajo juramento antes o durante el proceso en el Senado, lo que fue rechazado por el mandatario.

Joaquín Castro, un hispano en el equipo de los “fiscales”

El congresista Joaquín Castro, oriundo de San Antonio (Texas) y mexicano-estadounidense de segunda generación, forma parte del equipo de nueve “fiscales” demócratas.

Graduado en las universidades de Stanford y Harvard, considera a Trump como “el hombre más peligroso que haya ocupado el Despacho Oval”.

Castro y su hermano, Julián Castro, quien fue secretario de Vivienda en el Gobierno de Barack Obama (2009-2017) y precandidato en las primarias demócratas a la Presidencia, son dos de las figuras hispanas más conocidas de la política estadounidense.

Bruce L. Castor y David Schoen, la defensa

La “Oficina del Presidente 45”, creada después de que Trump dejara el poder el pasado 20 de enero, anunció que los abogados David Schoen y Bruce L. Castor representarán al exgobernante.

Castor fue fiscal de distrito del condado de Montgomery, en Pensilvania, donde además fue elegido comisionado en dos ocasiones. Posteriormente, fue fiscal y fiscal interino de ese estado.

La cadena CNN detalló que, como fiscal del distrito, Castor se negó a procesar en 2005 al cómico Bill Cosby, después de que la mujer que lo llevó a los tribunales, la canadiense Andrea Constand, denunciara que la había tocado de manera inapropiada. El entonces fiscal alegó “pruebas insuficientes creíbles y admisibles”.

Sin embargo, en 2018, Cosby fue juzgado y condenado por drogar y agredir sexualmente a Constand en su casa en 2004. En una audiencia previa al juicio, Castor indicó que había comprometido al estado a no procesar al actor. La afectada lo demandó en 2015.

Schoen, por su parte, se dedica a litigar “casos complejos civiles y penales ante tribunales de primera instancia y de apelación”, dice su página web.

Como parte de su experiencia, menciona que “ha litigado una tremenda variedad de casos penales”, entre ellos de chantaje, crimen organizado e infracciones de copyright, y subraya su “fuerte enfoque” en la defensa de casos financieros.

Este letrado, que formó parte del equipo de abogados de Roger Stone, amigo y exasesor de Trump al que el expresidente le conmutó la pena antes de abandonar el poder, se reunió en prisión con el magnate acusado de tráfico sexual Jeffrey Epstein días antes de su muerte, en agosto de 2019, que ha sido catalogada como un suicidio por las autoridades.

Chuck Shcumer y Mitch MCconnell, los políticos

Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata en el Senado, marcará la pauta de los progresistas en el “impeachment”. Ha anticipado un juicio justo, que avanzará “relativamente rápido”, debido a que tienen “mucho más que hacer”.

Mitch McConnell encabeza la minoría republicana, formación que, salvo sus colegas Mitt Romney, Lisa Murkowski, Susan Collins, Pat Toomey y Ben Sasse -quienes respaldan el proceso-, ha cerrado filas en torno al argumento de que el Senado no tiene jurisdicción para juzgar a Trump, ya que ahora es simplemente un ciudadano.