San Francisco. Verizon se ha sumado al creciente movimiento de retirar publicidad en Facebook con el fin de presionar a la compañía a que haga más para evitar que se difunda contenido racista y violento en su servicio de redes sociales.

La decisión anunciada el jueves por Verizon es parte de un boicot organizado por grupos activistas y de derechos civiles bajo la bandera “#StopHateforProfit (Alto al odio por lucro)”. La protesta, originada por la muerte del mes pasado de George Floyd a manos de un policía de Minneapolis, supuestamente se extiende durante todo julio.

“Tenemos estrictas políticas de contenido y no toleramos que se violen, tomamos medidas”, señaló Verizon, con sede en Nueva York, a través de un comunicado. “Hemos suspendido nuestra publicidad hasta que Facebook pueda crear una solución aceptable con la que nos sintamos cómodos”.

Verizon destacó que previamente dejó de anunciarse en otras populares plataformas de internet, como YouTube, por sentir que sus promociones podrían aparecer en contenidos que no se apegan a los valores de la compañía.

En su propio comunicado, la ejecutiva de Facebook Carolyn Everson dijo que la compañía respeta la decisión de Verizon y sigue comprometida con eliminar las manifestaciones de odio de sus servicios.

“Nuestras conversaciones con publicistas y organizaciones de derechos civiles se enfocan en cómo, juntos, podemos ser una fuerza para el bien”, dijo Everson, vicepresidenta del grupo de negocios globales de Facebook.

Otros anunciantes, incluyendo las marcas de artículos y ropa para actividades al aire libre Patagonia, The North Face y REI, se han comprometido a no promover sus productos en Facebook y otros servicios de la compañía como Instagram.

Common Sense, uno de los organizadores del boicot, dijo que otras compañías que han accedido a “pausar” su publicidad en Facebook son la minorista Eddie Bauer, el navegador web Mozilla y el estudio cinematográfico Magnolia Pictures.

En teoría, el boicot podría perjudicar las ganancias de Facebook, que genera la mayoría de sus ingresos de la publicidad dirigida a los intereses que comparten las más de 2,000 millones de personas en sus diferentes servicios.

Hasta el momento, los inversionistas no lucen muy preocupados.

Las acciones de la compañía con sede en Menlo Park, California, alcanzaron un máximo histórico de $245.19 a inicios de la semana y no han tenido una caída drástica. El jueves cerraron en $235.68.