El gobernador Ricardo Rosselló presentó ayer junto a la secretaria de Educación, Julia Keleher, el plan fiscal para el Departamento de Educación (DE), agencia que se anticipa será de las más impactadas por la reorganización del Gobierno. 

El plan fiscal del DE apuesta a una reducción de $303 millones en gastos en cinco años con una fórmula que suma menos matrícula estudiantil, reducción administrativa, jubilaciones y mayor efectividad. 

El DE proyecta una reducción de 305 escuelas para el año fiscal 2019 (de 1,110 a 805), anticipando la disminución de unos 27,500 estudiantes para el año 2022. El País ha perdido 27,000 estudiantes tras el impacto de los huracanes Irma y María. 

En concordancia, se espera una disminución de unos 7,300 maestros para el 2022, aunque el plan apuesta a que se dé a través de jubilaciones, el programa de transición voluntaria, o los contratos sin plaza fija. 

El plan contempla la reorganización administrativa con los 28 distritos escolares consolidados en las siete regiones y la reducción de personal administrativo de uno por 26 estudiantes que hay ahora, a uno por cada 31 estudiantes para el 2022. Esto redundaría en 4,000 empleados menos. 

“No había controles internos que restringían cuánto se podía gastar en cada partida, y hay escuelas donde el 90% de su presupuesto se asigna a la nómina, lo cual quiere decir que 10% de los fondos son el restante que la escuela tiene para comprar y atender sus necesidades”, explicó Keleher antes de mostrar la nueva manera en que operarán las escuelas, con un presupuesto que define en detalle en qué se gastaría cada dólar en una escuela, desde maestros, personal administrativo, trabajador social, bibliotecario, conserje, guardia de seguridad, hasta las utilidades y la compra de materiales. 

“Aplica (el plan) las reducciones de una manera uniforme. Establece una relación entre la cantidad de maestros que debe haber por la cantidad de estudiantes asignados. Establece una cantidad óptima de estudiantes por escuelas”, detalló Keleher. 

Asimismo, se proyecta un aumento salarial de $125 mensuales para los maestros, comenzando el año próximo, que sería el primero que reciben en una década. El aumento sería de $1,500 al año.

Keleher también anunció que habrá $24 millones para la compra de libros y materiales instruccionales, “lo cual no se ha hecho en 10 años”.