El reto de David Bernier, al asumir la dirección del Partido Popular Democrático (PPD) y convertirse en candidato a gobernador en uno de los momentos más inestables en la historia de esa colectividad, ha sido bien ejecutado por el doctor en odontología, quien, sin duda, no es un político tradicional.

A raíz de las implicaciones de altos líderes populares en el esquema de inversionismo político vinculado al convicto empresario Anaudi Hernández, el desafío de Bernier ha sido uno monumental, pero lo ha ejecutado de forma decorosa de cara a las elecciones, según coinciden por separado analistas políticos como Adolfo Krans y el profesor José J. Rodríguez Vázquez.

Krans, entre otros asuntos, destaca que “Bernier, de facto, es un candidato independiente dentro de una estructura de un partido” golpeado y con la dura encomienda de demostrar que cómo líder “no es más de lo mismo, ni igual a las personas con las que colaboró”.

A pesar de que demostró firmeza al rechazar pre candidatos y candidatos cuya conducta quedó en entredicho, la ruta se le hizo difícil inicialmente, pero en la recta final de la campaña “creo que va a tener resultados positivos”, opinó Krans. Observó que las últimas horas, antes de la apertura de los centros de votación, las ejecutorias de Bernier serán determinantes y si se mantiene centrado adelantará apoyo crucial, contrario a lo que percibe ocurre con su principal rival, Ricardo Rosselló, cuyos “errores vocales” han decepcionado de forma creciente.

Según Krans, en el PPD un fallo serio de campaña, que lo comparte con el PNP, es que brillaron por su ausencia estrategas políticos que ejecutarán un mensaje consistente y coherente.

A pesar de esas deficiencias, la “débil candidatura” de Rosselló mantiene en carrera de posibilidades a Bernier en un escenario sin precedente en la historia política de la Isla, agrega Krans.

Rodríguez Vázquez, catedrático de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo, por su parte, señala que Bernier ha sido bastante efectivo en destacar las diferencias con su adversario al capitalizar en “sus talentos y las incapacidades cantinflescas del líder PNP”.

“Si el candidato del PNP fuera Pedro Pierluisi, Bernier no tendría posibilidades, pero al presente está ante el candidato más frágil”, por lo que su arma principal es apostar a su rectitud y desalentar el voto protesta por los candidatos independientes Alejandra Lúgaro y Manuel Cidre, lo que, a su vez, es “otro Cuco” que muestra “la debilidad del PPD”, agrega el analista del foro El sur también existe (1120 am).

El profesor de Ciencias Políticas, por otro lado, consideró un desacierto los mensajes de viejos líderes populares pidiendo apoyo para Bernier, pero elogió su intento de proyectar un partido “plural y unido” en un cierre de campaña para atraer a los disgustados, como variable que se entendió le daría oportunidad de prevalecer. Mientras, recalcó que, al margen de la ecuación Bernier, el gran problema del PPD ha sido que no logró comunicar que la crisis no empezó en este cuatrienio sino que es parte de una ola que se acumuló por 20 años, gracias a un modelo económico de endeudamiento y exenciones contributivas que paulatinamente dejó desprovisto al País de adecuada atención a la infraestructura y a los servicios sociales en una dinámica con responsabilidad compartida de gobiernos novoprogresistas y estadolibristas.