Ante el drástico aumento de casos de COVID-19, que en un semana llevó a que se registrara un alza en la tasa de positividad de 2.5% a 11.37%, el gobierno de Pedro Pierluisi se mantiene “vigilante” y evaluando varias recomendaciones para que se impongan nuevas restricciones a la comunidad, informó la secretaria de Prensa, Sheila Angleró.

Entre las restricciones que se contemplan, está imponer un mayor control a las actividades multitudinarias, como ha requerido la Oficina de la Principal Oficial de Epidemiología.

“No se descarta nada. Se están evaluando esas recomendaciones”, dijo Angleró a Primera Hora.

La Oficina de la Principal Oficial de Epidemiología emitió –como parte del Resumen Ejecutivo de la Situación de la Epidemia de COVID-19 en Puerto Rico, que se publica todos los sábados,- unas “Recomendaciones de Salud Pública: Las estrategias de salud pública deben enfatizar”. Estas establecen que debe “requerir a todo asistente a actividades multitudinarias que se realicen pruebas virales con tres días de antelación al evento; requerir a toda persona que cumpla con los criterios de dosis de refuerzo, la administración de ésta para poder asistir a eventos multitudinarios, (y) reducir la capacidad de aforo a un 50% en todas las actividades multitudinarias”.

Relacionadas

Angleró explicó que la orden ejecutiva actual establece que si un comerciante o productor de un evento no requiere la prueba de vacunación, la capacidad requerida de aforo es de un 50%.

No obstante, la nueva restricción que se evalúa es imponer la baja en la capacidad de personas, requerir la vacuna de refuerzo y, además, la prueba negativa del COVID-19.

La portavoz del gobierno de Pierluisi no supo precisar cuándo habría una determinación sobre el particular. Solo indicó que se contempla la propuesta.

“Estamos vigilantes y lo que no se puede es bajar la guardia. Se está fomentando lo que es el refuerzo, para que las personas vayan y se pongan la tercera dosis. Obviamente, hay un mandato de seguir utilizando las mascarillas, el distanciamiento, el lavado de mano”, dijo Angleró.

Comentó que un punto positivo en este repunte de casos es que no ha registrado un pico de hospitalizaciones. Dijo que en el pasado llegaron a superar las 500 personas internadas por complicaciones.

“Estamos en 60 personas y eso es bajo. Los hospitales están en control”, manifestó.

No obstante, indicó que es lamentable que se hayan registrado cinco muertes este sábado a causa de complicaciones por COVID-19.