Es un ejercicio inútil, dijeron.

Estadistas, estadolibristas e independentistas "picharon" hoy a su cita en las urnas para disfrutar de los 87 grados de temperatura y el cielo despejado en la playa "El Último Trolley", en "Ocean Park".

Pero no "picharon" porque sí. Al menos Luis Alicea, de Caguas, decidió no participar de la consulta de estatus porque "los resultados no van a provocar nada en el Congreso. No han provocado nada en más de 100 años".

Para el cagueño, es una falta de respeto que se hayan gastado millones en un ejercicio como este que "es una pérdida de tiempo". 

Mejor aprovechar el día para estar con la familia, "para limpiar la casa, para hacer lo que tengan que hacer".

Se cuelan ritmos de salsa. A unos pasos estaba Carlos Sierra, cerveza en mano, sonrisa ancha y el radio encendido. Una neverita lo separaba de un amigo que recién llegó de "allá afuera", de Estados Unidos, pero "no lo dejaron votar".

Sierra es estadista, pero no está inscrito. De todas formas, coincide con Alicea, que es independentista, en que nada sucederá con los resultados.

"Con este presidente (Donald Trump), imagínate...", dijo.

A las 10:00 de la mañana, el vacilón aun no arrancaba del todo y la concurrencia era menor a la esperada, pero seguían llegando familias y corrillos con neveras, bocinitas o bocinotas que vaticinaban un "party".

Debajo de unas palmas y con reguetón al fondo, un grupo de padres y madres discutían la final de la NBA mientras esperaban por sus hijos que estaban entrenando.

¿Fueron a votar?

"No", respondieron todos. "Es la primera vez que no voto desde que tengo tarjeta electoral. Hoy te puedo decir que no me pesa", añadió Patricia Saldaña, de Canóvanas.

Para Saldaña, "el nivel de importancia que yo entiendo que le van a dar a mi voto es el mismo que en los pasados plebiscitos". 

De haber asistido a las urnas, confesó, su voto habría sido por la estadidad, pero mejor seguir hablando del baloncelista LeBron James.

Angélica Suárez, de Río Grande, coincidió con Saldaña y añadió que es hay que cuestionar las prioridades del gobierno cuando se gastan millones en el plebiscito mientras "están cerrando escuelas y recortando dinero a la Universidad de Puerto Rico".

Como cualquier otro domingo, los turistas se mezclaban con los locales haciendo maromas en la orilla de la playa y forzando un buen bronceado. Pero para para Olga Negrón no es cualquier domingo. Ella llegó desde Gurabo con toda su familia a disfrutar de la playa con la intención de unirse al boicot.

Ha votado en las elecciones toda su vida, pero no entiende por qué hoy hacen otra consulta de estatus. Una consulta más. "Más de lo mismo".

Negrón es estadolibrista y no se siente identificada con ninguna de las opciones en la papeleta y, para rematar, también cree que los resultados no provocarán nada en Washington DC.

"Aquí ganó la estadidad. Lo que tienen es que ir a luchar por los supuestos derechos del pueblo que no lo hacen, que ninguno lo hace", dijo.

Ni salsa, ni reggaetón. Entonces se escuchaban los ritmos urbanos del trap y seguía llegando gente. 

"Es muy temprano", decían. "Ya mismo se llena esto", afirmó Carlos Sierra y en el espaldar de su sillita de playa, el viento del Atlántico tropical hacía ondear una bandera de Puerto Rico. "Nena, date una beer".

Los colegios de votación abrieron a las 9:00 a.m. para llevar a cabo la consulta de estatus.