La joven Desireé Arroyo Rivera permanecerá aislada en su hogar tras llegar anoche de España a la Isla y no estar sujeta a los controles de prevención contra el coronavirus.

La publicista, quien disfrutaba de unos días de vacaciones en Europa, denunció que a su arribo a Puerto Rico en el último vuelo intercontinental -antes de que entre en vigor la restricción impuesta por el presidente Donald Trump a Estados Unidos y sus territorios- no hubo ningún tipo de control en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín.

“Aunque estábamos de viaje, sí nos informamos de todo lo que estaba ocurriendo a nivel mundial y en Puerto Rico. Casi al final del viaje se declaró la pandemia. Esperábamos que, mínimo, nos tomaran la temperatura o nos hicieran algunas preguntas al llegar a Puerto Rico, pues era uno de los vuelos más esperados”, explicó Arroyo Rivera en entrevista con Primera Hora.

La residente del área metropolitana contó que pasaron la estación de inmigración, donde “pensamos que nos iban a enviar a unos cuartos a hacerlos algún examen, pero no… no hubo ningún protocolo”.

La joven de 29 años partió rumbo a Bélgica el pasado 6 de marzo junto a otras tres amistades. Sus escalas, tanto de ida como la vuelta, fue en Madrid, España, uno de los países más afectados por el COVID-19 con 5,753 casos positivos y 136 fatalidades.

“Dentro de todo, la vida en Bélgica estaba bastante normal, tomando sus precauciones, a diferencia de Madrid, que está bien marcado con la cuarentena y la gente haciendo caso al gobierno”, compartió.

Ya el viernes, cuando se disponía a abordar el vuelo de Iberia 6301 con destino a San Juan, el Aeropuerto de Barajas lucía bastante vacío. Los pasajeros, dijo, tomaban sus medidas de precaución utilizando “hand sanitizer”, observando el distanciamiento social y usando mascarillas.

“Hubo personas que se quejaron del alto costo de los pasajes para regresar, porque era la última oportunidad. Ya dentro del avión desinfectamos todo.

Yo me había llevado alcohol y wipes para pasarle al asiento, a las mesitas y si íbamos al baño. Vi que casi todas las personas tomaron las mismas medidas”, comentó Arroyo Rivera.

Pero estas acciones no la tranquilizaron por completo, pues en el vuelo “venían muchas personas enfermas”.

“Había personas tosiendo constantemente, fañosas, con mucosidad, pero lo más que se escuchaba era que había mucha gente tosiendo”, reveló.

Estas denuncias las expresó de inmediato en redes sociales una vez pisó suelo boricua.

“Me sorprende que a estas alturas el gobierno no tenga un plan de acción para controlar a las personas que entran al país”, expresó en Facebook.

Hoy se percató que, de madrugada, recibió una llamada de alguien que se identificó como funcionario del Departamento de Salud, “porque tenía unas preguntas o comentarios de un vuelo reciente”.

Mientras tanto, la publicista aseguró que se mantendrá en aislamiento en su hogar, por 14 días, pendiente a cualquier síntoma que pueda aparecer.

“Voy a trabajar desde casa. Es una determinación que había tomado y lo había hablado con los patronos. Yo voy a cumplir con mi responsabilidad”, explicó quien recibirá suministros por parte de amigos y familiares, quienes dejarán los bienes en el balcón de su residencia para evitar exponerse a posibles contagios.

Por último, hizo un llamado a los demás pasajeros que llegaron con ella en el vuelo de anoche para que tomen medidas de prevención.

“Para mí es bien importante que todos lo que llegamos en ese vuelo estemos en nuestra cuarentena, que nos comuniquemos con las autoridades si vemos algún síntoma. Aprovecho, además, para que el gobierno implemente un plan de acción urgente. Esto se pudo haber evitado… ahora estamos todos regados sabrá Dios en dónde”, reiteró.

Ayer el general José Reyes, ayudante general de la Guardia Nacional, detalló luego de una reunión en La Fortaleza que se necesitan $14 millones para poner en marcha el plan contra el coronavirus en los aeropuertos de la Isla, el que entraría en función hoy y mañana con la instalación de casetas en el Luis Muñoz Marín.

Anoche, el gobierno confirmó la existencia de tres casos positivos al coronavirus en la Isla.