Rafael Rivera Ramos, el exempleado del portavoz de la mayoría popular en el Senado, Javier Aponte Dalmau, que radicó una querella de agresión simple y alteración a la paz contra el legislador por el distrito de Carolina, dijo hoy que teme por su vida.

“Sí, conozco muy bien al senador y temo por mi vida. Lo puedo decir sin cerrar los ojos, temo por mi vida y por los que él tiene al lado en estos momentos, menos los compañeros de la oficina, que son bien humildes, son unas personas buenas”, manifestó Rivera Ramos a preguntas de periodistas.

El hombre de 39 años y residente de Carolina dijo que le teme a “los licenciados subcontratados que no tienen que ver nada con la oficina y a las amistades poderosas, adineradas que él (Aponte Dalmau) tiene por el lado también”.

“En estos mismos momentos, yo no me estoy ni quedando donde yo resido. Yo no estoy pernoctando en mi casa en estos momentos”, expresó.

Rivera Ramos, quien fungía como chofer de Aponte Dalmau, radicó una querella en el Negociado de la Policía en la que alega que el pasado viernes 4 de febrero, el legislador supuestamente lo agarró por el cuello y le expresó con palabras soeces que quería agredirlo. Según alega en la querella, hecha pública ayer lunes, al momento del incidente ocurrido en Canóvanas, el senador se encontraba bajo los efectos de bebidas alcohólicas.

Aponte Dalmau dijo por voz de su oficial de prensa, Cosette Donalds Brown, que no haría expresiones adicionales a las que emitió el lunes. El legislador, en declaraciones escritas, rechazó la versión de Rivera Ramos y reclamó que sostuvo una discusión “estrictamente verbal” con él, provocada por su inconformidad con el desempeño del chofer. Según, Aponte Dalmau, en ese momento le informó a Rivera Ramos que lo despediría y que el empleado “reaccionó de manera violenta y destemplada”.

“A mí me pasó una cosa que es muy cierta, aunque él (Aponte Dalmau) diga lo contrario y no voy a emitir comentarios de lo que pasó porque las autoridades están investigando. Doy gracias a todas esas personas que me están apoyando y de gente que sabe que yo los quiero mucho, los que me conocen”, dijo Rivera Ramos con voz quebrada. Añadió que está tratando de recibir ayuda psicológica “porque todavía yo no puedo creer esto que me está pasando”.

Dijo que también tiene la intención de radicar una querella contra Aponte Dalmau ante la Comisión de Ética del Senado, pero se está orientando con un abogado. “No me atrevo a ir porque como estoy bien ajeno, no soy político, no se nada de cómo funciona y me estoy orientando con un abogado. No me atrevo a ir al Capitolio a radicar la querella por miedo a que me suceda algo ya que en el Senado la mayoría es del Partido Popular y no se cuánto estiman al señor senador y quiero orientarme bien para ir por los canales”, expresó.

Dijo que trabajó alrededor de año y medio con el senador Aponte Dalmau y que nunca antes había trabajado en la Casa de las Leyes.

Sostuvo que trabajó en la campaña política de 2020 de Aponte Dalmau al Senado y que lo conoció a través de un amigo. “A mí me lo presentó un amigo que tenemos en común… yo lo ayudé a él para los eventos políticos y después que ganó me entrevistó como empleado. Él me hizo una entrevista”, indicó.

El querellante relató que había tenido otros incidentes, pero verbales con el senador. “Siempre he tenido incidentes, como yo soy el más que estaba pegado a él, si él tenía días malos su carga la depositaba en mí y no es la primera vez. Lo que pasa es que esta vez fue físicamente, pero siempre ha sido verbal, ofensivo. Yo se la dejaba pasar porque era mi único trabajo con el que yo le doy de comer a mi familia y tenía que defenderlo. Por eso era que yo siempre estaba en silencio, no hablaba, no decía nada para poder mantener mi trabajo”, reclamó Rivera Ramos.

Aponte Dalmau dijo por voz de su oficial de prensa, Cosette Donalds Brown, que no haría expresiones adicionales.

El presidente del Senado, José Luis Dalmau Santiago tampoco estuvo disponible para contestar preguntas sobre el pedido de la senadora novoprogresista, Kerem Riquelme, quien le solicitó que lo retire de la portavocía del PPD, que ordene una investigación del incidente y que lo refiera a la Comisión de Ética. El líder senatorial dijo a través de uno de sus asesores en comunicaciones que no haría expresiones sobre “ese tema”.