Cuando a eso de las 11:00 de la mañana el jurado informó que su veredicto para los cuatro coacusados de corrupción gubernamental era de culpabilidad en la totalidad de los cargos  Sally López Martínez, Ivonne Falcón Nieves y su hermana Marilis se quedaron serias, sin expresión alguna.

El único varón acusado, Glenn Rivera Pizarro, bajó la cabeza y la movía en negación mientras lloraba.

Para sus familiares, la reacción fue un poco más emotiva, pero controlada ante la gravedad de lo que sucedía.

Ahora el cuarteto podría enfrentar varios años de cárcel por su participación en el esquema que fraguó Anaudi Hernández, exrecaudador del Partido Popular Democrático (PPD) y exmiembro del comité de finanzas de Jaime Perelló.

Sally López resultó culpable de los seis cargos que enfrentaba: dos de conspiración, tres de fraude, uno de soborno.

Ivonne resultó culpable de dos cargos de conspiración, tres de fraude, uno de soborno y otro de extorsión, para un total de siete.

Su hermana Marielis resultó culpable del único cargo que enfrentaba, extorsión y Glenn Rivera Pizarro culpable de extorsión y maluso de fondos públicos.

Al salir de sala, Marielis  dijo a un familiar que el veredicto se trataba de “un disparate” y que había que caminar “con la frente en alto”.

Ivonne, quien hizo señas a uno de sus allegados para que se mantuviesen pendientes de su mamá que estaba en sala, no hizo expresiones. A las afueras del tribunal, su abogado, Godwin Aldarondo, dijo que la prueba “no sostiene los cargos. Estamos plenamente convencidos de eso”.

“La estrategia de fiscalía fue tratar de unir los cuatro casos para que se viese como una conspiración enorme, pero quien estaba realmente en juicio era Anaudi y, claro, probaron que Anaudi es un corrupto, pero no los demás”, aseguró.

Rivera Pizarro afirmó que la fiscalía “trató de manchar la imagen de un servidor público,  pero esa no es la verdad”.

“Vamos a seguir apelando por la verdad, que es mi inocencia de todo este proceso”, aseveró  al salir del tribunal.

Su abogado, Juan Masini Soler, indicó estar decepcionado.

“Ese veredicto el pueblo de Puerto Rico no lo cree y yo hablo a nombre de mi cliente. Glenn es totalmente ajeno a la evidencia que se pasó”, dijo.

Por su parte, Sally López dijo que siempre vale la pena ejercer como servidor público. Para Anaudi no tuvo nada que decir.

“Estoy confiada en Dios. Sigo y me sostengo en mi inocencia. Sé que trabajé para el pueblo de Puerto Rico de corazón y para servirle a todo el mundo, y que cada cosa que se le diera al trabajador que estaba en la búsqueda de empleo era para que se le diera una mejor calidad de vida. Me sostengo en eso”, sentenció.

Su abogado, Joaquín Monserrate Matienzo, también se expresó “decepcionado”.

“Este caso tiene muchos detalles en cuestiones de derecho que se plantearon y que se van a a volver a plantear. Vamos a apelar, sin lugar a dudas”, manifestó.

Todos quedaron citados para el 6 de febrero en horario escalonado para la lectura de sentencia, que podría ir desde 30 años en los cargos de conspiración, hasta 10 años de prisión por fraude. 

De otra lado, la jefa de los fiscales, Rosa Emilia Rodríguez, se mostró satisfecha, en particular por entender que los miembros del jurado hicieron su trabajo tomándose el tiempo necesario. En total, pasaron 14 horas y media desde que se retiraron a deliberar el miércoles cerca del mediodía hasta ayer viernes.

A su entender, el veredicto envía un mensaje a todos los funcionarios:

“El mensaje es uno de cero tolerancia a la corrupción. El amiguismo, el panismo la gente que ustedes los ven en los restaurantes comiendo con un servidor público... A esas personas se les está dando un mensaje que eso no es propio, es altamente impropio y ciertamente se ha probado hoy que es ilegal”, indicó.

Al mismo tiempo, rechazó que haya intención política al iniciar este juicio a tan poco tiempo de las elecciones, igual que ocurrió con el entonces gobernador Aníbal Acevedo Vilá, quien corría para la reelección en el 2008 cuando se le acusó de corrupción y luego un jurado lo halló no culpable.

“Los casos salen cuando están listos... No tiene nada que ver que si vienen elecciones o no. Sería penoso e irreprochable”, agregó al mencionar que “quedan muchos Anaudis” y que “ellos saben a quiénes me estoy refiriendo”.

El jefe del FBI, Douglas Leff, dijo que todos los implicados en casos de corrupción deben entregarse. “Si ellos  no lo hacen vamos a ir en busca de ustedes con todos nuestros recursos para hacer justicia porque la gente de Puerto Rico tiene derecho a un gobierno de empleados públicos que trabajen para servir al público, no para servir sus intereses personales”, apuntó.