El histórico puente en el barrio Río Blanco, ubicado en el kilómetro 8.8 de la carretera PR-31, será cerrado para dar paso a la construcción de una estructura provisional, debido a que está en una condición negativa.

Esta situación tiene desesperadas a las comunidades aledañas porque temen que esa clausura y las pésimas condiciones de la ruta alterna, específicamente por la Cuesta del Pilón, terminen por ocasionar una desgracia.

Los residentes alegan que el pasado 15 de octubre se enteraron por medios no oficiales, que la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT) cerraría el puente.

Tras esa noticia, representantes de las comunidades en el barrio Río Blanco, que comprende los sectores de Florida, Cubuy, Higuerillo y Río Blanco Centro, además del barrio Peña Pobre, junto con el alcalde de Naguabo, Noé Marcano, visitaron La Fortaleza para exponer su preocupación. 

Según el líder comunitario Raymond Torres, la problemática no solo se debe al cierre del puente, sino también a la fragilidad de la ruta alterna y el retraso de los trabajos de reparación en la Cuesta del Pilón que hace meses sufrió un nuevo deslizamiento en uno de sus carriles.

Además, temen por los problemas en las tuberías que la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) debe arreglar y que supondría varios días más sin una ruta hacia sus hogares.

“Nadie nos había dicho nada del cierre. No estamos en contra de que se hagan los arreglos porque el puente está averiado, pero nos molesta la falta de planificación y de comunicación. Para colmo en La Fortaleza nos enteramos de que el proyecto no tiene la Declaración de Impacto Ambiental, por lo que no pueden comenzar los trabajos. Entonces, ¿cómo dices que vas a cerrar la carretera desde ya si no puedes comenzar a trabajar?”, dijo Torres.

Además, el dirigente comunitario considera que la ACT no vela por la seguridad de las personas al brindar como ruta alterna la Cuesta del Pilón, la cual representa “un riesgo para los conductores”.

“Dicen que el puente no es seguro, pero por la Cuesta del Pilón tampoco hay seguridad. Allí llevan un año y medio trabajando un proyecto que decían iba a tardar dos meses y no han podido hacer ni el principio del proyecto porque se les cae el terreno”, indicó Torres, quien asegura que el puente de Río Blanco aguanta todavía porque han visto transitando por la estructura equipo pesado del contratista Del Valle Group, lo que les hace pensar que pudieran mantenerlo abierto e ir construyendo la estructura permanente de una vez.

Reacciona ACT

La directora de la región Sur y Este de la ACT, Marilyn Rodríguez, sostuvo que en la más reciente inspección hecha por su agencia junto a la Federal Highway Administration (FHA), la calificación del puente bajó de 3 a 1, por lo que se vieron obligados a cambiar los planes y tomar la determinación de cerrar el puente lo antes posible para comenzar la demolición y construcción de una estructura provisional.

“En la inspección del 11 de septiembre, encontramos que, desde el punto de vista estructural, el rating había bajado de 3 (según la anterior inspección en abril 2018) a un valor de 1, lo que lo convierte en un puente crítico. Es por esto que el cierre tiene que ser inminente, ya que no es seguro y puede colapsar en cualquier momento”, opinó Rodríguez.