Kiev. Las ex repúblicas soviéticas se preparan para conmemorar los 25 años de la explosión en la planta nucleoeléctrica de Chernóbil, el peor accidente nuclear en la historia, que puso en peligro cientos de miles de vidas y contaminó tierras agrícolas así como bósques prístinos.

El presidente ucraniano Viktor Yanukovich y el patriarca ortodoxo ruso Kirill recordarán a las víctimas con oraciones y encendido de velas durante un acto que se efectuará el lunes por la noche en Kiev antes del viaje que harán el martes a Chernóbil.

La explosión ocurrida el 26 de abril de 1986 lanzó a las alturas una nube radiactiva que después se precipitó en gran parte de Europa y obligó a cientos de miles a que abandonaran sus casas en las zonas más afectadas en Ucrania, Bielorrusia y el oeste de Rusia.

Vasily Voznyak, jefe del departamento del gobierno soviético de Chernóbil en el periodo 1986-1990, dijo el lunes en conferencia de prensa que las autoridades carecían de toda preparación para cuando ocurrió el accidente:

"Ni la defensa civil, ni la gerencia de la nucleoeléctrica, ni los órganos del partido soviético en la región estaban listos para enfrentar un accidente de una escala global tan grande", dijo Voznyak en Moscú.

Los científicos están muy divididos en cuanto al número de personas que perecieron debido a la explosión, la cual liberó unas 400 veces más radiación que la bomba atómica que lanzó Estados Unidos sobre Hiroshima.

Las autoridades soviéticas mantuvieron el hermetismo en torno al desastre y no lo informaron durante varios días.

Incluso en el poblado de Pripyat, donde vivían trabajadores de la central nuclear, pocos sabían lo que había ocurrido cuando explotó el reactor número 4 de la planta alrededor de la 1:30 de la madrugada.

Una zona de 30 kilómetros (19 millas) a la redonda en torno a la planta quedó deshabitada salvo por los trabajadores que ocasionalmente iban a la instalación y cientos de personas que regresaron a sus casas a pasar de las advertencias oficiales de que no lo hicieran.