Centenares de personas tomaron parte este jueves en tres marchas diferentes para demandar justicia para los más de 200 muertos y 6,500 heridos en la explosión ocurrida en Beirut hace hoy dos años, que confluirán esta tarde frente al puerto de la ciudad, donde se originó la deflagración.

Una de las protestas partió de la sede de la Brigada de Bomberos en Karantina, unas instalaciones adyacentes al puerto que quedaron devastadas por la explosión y cuyos equipos perdieron a diez miembros mientras trataban de extinguir el incendio que provocó el estallido el 4 de agosto de 2020.

En estas instalaciones se congregaron hoy un par de cientos de personas, algunas de ellas vistiendo ropa blanca con manchas de pintura roja para simbolizar la sangre derramada en la tragedia y otras portando fotografías de las víctimas o banderas libanesas.

En sus pancartas se pudieron leer lemas como “Hasta que nos volvamos a encontrar, seguiremos luchando por tener justicia” o “Necesitamos una justicia de la misma magnitud que el desastre”.

La investigación de la tragedia está suspendida desde el pasado diciembre debido a la última de las más de 25 peticiones presentadas por ex altos cargos sospechosos en el caso contra el juez encargado de la pesquisa, cuya labor ha enfrentado obstrucciones “repetidamente”, de acuerdo con diversas organizaciones por los derechos humanos.

ONG y familiares de las víctimas quieren una investigación internacional ante la falta de avances en el proceso libanés transcurridos casi dos años de su inicio, y piden al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que envíe una misión investigadora a Beirut.

Las toneladas de nitrato de amonio que explotaron en la ciudad llevaban años almacenadas en un almacén portuario sin medidas de seguridad y líderes como el presidente libanés, Michel Aoun, y el entonces primer ministro, Hasan Diab, han reconocido que sabían de su existencia antes de la tragedia.

Tras un emotivo acto en el patio de la sede de la Brigada de Bomberos, la marcha partió de Karantina entre aplausos y el sonido de tambores y trompetas, encabezada por un camión de los efectivos contraincendios y un todoterreno al que se ató una bandera libanesa de varios metros también manchada con pintura roja.

Otra de las marchas fue convocada en el centro de la ciudad, mientras que una tercera comenzó a primera hora de la tarde frente al Palacio de Justicia y está previsto que haga una parada frente a la Embajada francesa en Beirut para buscar el apoyo francés en su lucha por la justicia.

Todas ellas confluirán junto al puerto capitalino a las 17.00, hora local (14.00 GMT), desafiando la amenaza de derrumbe inminente que sufren las ruinas de los silos ubicadas dentro del reciento portuario, un símbolo de la tragedia y la única estructura que quedó parcialmente en pie en la zona cero.