Un nuevo caso de ébola fue confirmado en la ciudad de Beni, en el este de la República Democrática del Congo, anunció el lunes el Ministerio de Salud de la nación, señalando que está vinculado a un brote anterior.

Las pruebas realizadas por un laboratorio del Instituto Nacional de Investigación Biomédica en Goma confirmaron que el caso era de la cepa ébola zaire y que estaba genéticamente relacionado con el 10mo brote del Congo en las provincias de Ituri y Kivu del Norte entre 2018 y 2020, el cual causó la muerte de más de 2,000 personas, de acuerdo con el ministerio.

El caso es de una mujer de 46 años que fue ingresada en el hospital de Beni a finales de julio y falleció el 15 de agosto tras presentar síntomas relacionados con el ébola.

“Nuestro equipo en el sitio de Beni ha llevado a cabo un funeral digno y seguro, y también descontaminó el hospital donde estuvo la paciente”, añadió el ministerio.

Se han identificado más de 130 contactos de alto riesgo, de los cuales 71 han sido atendidos, preciso el ministerio. El resto sigue en paradero desconocido.

“Hacemos un llamamiento a la población para que se calme y respete las medidas higiénicas”, señala el comunicado de la dependencia.

En el Congo se han registrado 14 brotes de ébola desde que se descubrió el virus en el país en 1976. El último brote, entre abril y julio, tuvo lugar en otra región de la provincia de Ecuador y causó la muerte de cinco personas.

El ébola se transmite al entrar en contacto con los fluidos corporales de una persona infectada o con materiales contaminados. Sin embargo, los primeros síntomas de fiebre y dolores musculares se parecen a los de otras enfermedades comunes como la malaria. Además de las vacunas, en la actualidad se dispone de un tratamiento eficaz que, si se recibe a tiempo, puede mejorar considerablemente las posibilidades de supervivencia.