Guangzhou, China. Carteras manchadas de barro. Tarjetas bancarias. Identificaciones oficiales. Algunos de los efectos personales de las 132 personas dadas por muertas se veían colocadas por los rescatistas que buscaban este martes en una montaña, entre los restos de un avión de China Eastern que cayó del cielo el día anterior y estalló en una enorme bola de fuego.

No se han encontrado sobrevivientes de los 123 pasajeros y nueve tripulantes. Videos compartidos por medios estatales chinos mostraban pequeños fragmentos del avión repartidos por una amplia zona de bosque, algunos en campos verdes, otros en zonas calcinadas donde el fuego devoró los árboles. Cada fragmento tiene un número al lado, los más grandes con cinta policial.

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Mientras los familiares se reunían en los aeropuertos de salida y destino del vuelo, aún era un misterio qué hizo que el Boeing 737-800 cayera del cielo poco antes de que iniciara su descenso previsto hacia la metrópolis sureña china de Guangzhou. La búsqueda de las cajas negras, que contienen los datos de vuelo y la grabadora de voz de cabina esenciales para investigar el suceso, sería difícil, indicó la agencia de noticias Xinhua, y requeriría drones y búsqueda manual.

El choque dejó un profundo cráter en la ladera, señalaron rescatistas a la agencia noticiosa Xinhua. Chen Weihao, que vio la caída del avión cuando trabajaba en una granja, dijo a la agencia de noticias que había caído en una zona deshabitada de la montaña.

“El avión parecía estar de una pieza cuando cayó. En segundos, se estrelló”, dijo Chen.

Los rescatistas levantaron una base de operaciones cerca del lugar con vehículos, ambulancias y un camión con un generador estacionados en el pequeño espacio. Soldados vestidos de camuflaje se sumaron a los rescatistas en pulóvers naranjas y cascos para busca en el lugar calcinado y entre la densa vegetación de la zona.

La seguridad se reforzó en la entrada de Molang, un poblado cercano al lugar. Se veía a policías comprobando cada vehículo que llegaba al poblado.

La fuerte pendiente de la ladera complicaba colocar equipamiento pescado, aunque no parecía ser muy necesario porque apenas quedaban trozos grandes del fuselaje.

El Boeing 737-800 se estrelló cerca de la ciudad de Wuzhou, en la región de Guangxi, mientras volaba desde Kunming, en la provincia suroccidental de Yunnan, con dirección a Guangzhou, un centro industrial en la costa este. El choque desató un incendio lo suficientemente grande como para ser captado en imágenes satelitales de la NASA.

Los familiares de los pasajeros se reunieron en los dos aeropuertos. En una zona de descanso del sótano del aeropuerto de Kunmig se veía gente envuelta en mantas rosas y sentada en sillones de masaje. Trabajadores de aeropuerto llevaron bolsas de comida y colchonetas. Un guardia de seguridad impidió el paso a un periodista de AP y dijo que “no se aceptan entrevistas”.

En Guangzhou, los familiares fueron escoltados a un centro de recepción con personal equipado con trajes completos de protección para protegerse de la expansión del coronavirus.

El primer accidente aéreo mortal de China en más de una década dominaba los noticieros y medios sociales en el país. Mandatarios extranjeros como el británico Boris Johnson, el indio Narendra Modi y el canadiense Justin Trudeau expresaron sus condolencias en Twitter.

El director general de Boeing, Dave Calhoun, dijo en un mensaje a sus empleados que la compañía estaba consternada por las noticias y había ofrecido todo el apoyo de su personal técnico para asistir en la investigación.

El vuelo 5735 de China Eastern viajaba a unos 29,000 pies de altura cuando comenzó un vertiginoso descenso alrededor de las 2:20 de la tarde, según datos del sitio de rastreo de vuelos FlightRadar24.com. La aeronave se desplomó a unos 7.400 pies antes recuperar unos 1.200 pies de altitud y volver a desplomarse. Dejó de transmitir información 96 segundos después de comenzar su caída.

China Eastern dejó fuera de servicio todos sus modelos 737-800, según el Ministerio chino de Transportes. Expertos en aviación señalaron que es inusual dejar en tierra toda una flota de aviones si no hay pruebas de un problema con el modelo.

La decisión que podría trastocar aún más el tráfico aéreo interno en China, ya afectado por el mayor brote de coronavirus en el país desde el primero a principios de 2020.